Los contactos de los mineros con Libia provocan una tormenta política en el Reino Unido
Una tormenta política comenzó ayer a fraguarse en el Reino Unido a propósito de los contactos entre los mineros y el sindicalismo libio, interesado en mandar dinero y alimentos para socorrerlos en la huelga que mantienen desde hace ocho meses.Importantes figuras políticas, incluido el líder del Partido Laborista, Neil Kinnock, condenaron la visita a Libia de un dirigente del Sindicato Nacional Minero (NUM), resaltada con grandes titulares por un periódico dominical y confirmada después por el presidente del NUM, Arthur Scargill.
El Reino Unido y Libia rompieron relaciones diplomáticas el pasado mes de abril, tras un tiroteo frente a la embajada de ese país en Londres, en el que murió una mujer policía y fueron heridas otras 11 personas. 'Pese a la situación de las relaciones diplomáticas, los sindicalistas de todo el mundo tienen su propia solidaridad. El contacto entre el NUM y el sindicalismo libio se mantuvo bajo esa tesis", dijo un portavoz del Sindicato Nacional Minero.
La visita motivó nuevamente que dirigentes del Partido Conservador británico señalaran que la ejecutiva del NUM estaba más ínteresada en la revolución que en la lucha de sus militantes. Los mismos términos fueron utilizados cuando llegó al Reino Unido un cargamento de ayuda a los mineros procedente de la Unión Soviética y otros países comunistas, que fue devuelto por no cumplir las regulaciones de importación necesarias.
El líder laborista, Neil Kinnock, también unió su voz a la crítica contra estos contactos y dijo que "cualquier oferta de ellos (los libios) sería un insulto contra todo lo que se apoya el movimiento laborista". Tras calificar al régimen libio del coronel Gadafi como "vil en todos los sentidos", el líder de la mayor fuerza de oposición polí tica en el Reino Unido aconsejó al NUM que rechazara toda ayuda financiera que pudiera ofrece Trípoli.
Neil Kinnock no quiso áñadir nada más en sus declaraciones sobre el tema, pero medios del Partido Laborista confirmaron su disgusto con el líder de los mineros, Arthur Scargill.
Una información de la agencia libia de noticias Jana señaló que el enviado del NUM, Roger Windsor, se entrevistó en Trípoli con el coronel Gadafi, quien le expresó su simpatía y la solidaridad de su Gobierno con los mineros en huelga. El NUM, por su parte, insiste en que el régimen de Gadafi no fue quien invitó a uno de sus representantes a Libia, sino los sindicalistas, en ese país.
Después del nuevo fracaso en la negociación entre el NUM y el organismo nacional del carbón (NCB), continúa sin vislumbrarse un fin próximo al conflicto, radicalizado últimamente tras la orden judicial de secuestrar los fondos del sindicato.
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