Gijón, paralizado por la huelga general, y nuevos incidentes en el País Vasco y Galicia

La ciudad de Gijón quedó ayer totalmente paralizada por la huelga general convocada por sindicatos y partidos de izquierda, a excepción del PSOE y la UGT, en señal de duelo por la muerte del estudiante Raúl Losa García, de 19 años, que falleció de un disparo en el tórax cuando participaba, el martes, en una movilización de los trabajadores del sector naval. Paralelamente, se produjeron incidentes en diversas localidades vizcaínas y en El Ferrol.

En Bilbao, trabajadores del sector naval cortaron el tráfico de una línea férrea e interrumpieron la circulación en el puente de Deusto; asimismo, fueron quemados un autobús y un camión. En Sestao hubo una manifestación silenciosa en protesta por la muerte de Raúl Losa. En El Ferrol, unos 4.000 trabajadores de los astilleros se manifestaron durante dos horas, cortando el tráfico en las inmediaciones de la ciudad.Los establecimientos comerciales, las oficinas y las dependencias oficiales de Gijón permanecieron cerrados, y no funcionaron los transportes públicos. El presunto autor del homicidio del joven manifestante, el viajante de joyería Manuel Álvarez Martín, de 33 años, pasó ayer a disposición judicial. Para hoy, jueves, está convocado un paro en todos los astilleros españoles. La jornada, en la que no se registró ningún incidente de importancia, tuvo su punto crítico entre la una y las dos de la tarde, cuando unas 15.000 personas, según fuentes policiales, y 50.000, para los sindicatos y partidos convocantes, recorrieron en silencio varias calles céntricas de Gijón.

A esa misma hora, en Oviedo, los máximos dirigentes de los partidos políticos Alianza Popular (AP), Federación Socialista Asturiana (PSOE) y Partido Comunista de Asturias (PCA); los secretarios regionales de UGT y CC OO, y el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios, reunidos por iniciativa del presidente del Principado, Pedro de Silva, suscribían un comunicado conjunto pidiendo serenidad. En el texto se hace "un llamamiento a todos los miembros de sus organizaciones, y a la ciudadanía en general, para que contribuyan con su actitud individual y colectiva al restablecimiento de un clima de convivencia".

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