El presidente del Parlamento de la RFA reitera que no recibió dinero del consorcio Flick

El presidente del Parlamento de Alemania Occidental (Bundestag), el democristiano Rainer Barzel, convocó ayer a las cámaras de televisión para declarar con toda firmeza que está sometido a "una falsa sospecha" y que no ha recibido ningún dinero del consorcio industrial Flick. Barzel comparecerá mañana ante la comisión investigadora del Bundestag.

La ejecutiva de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) se ocupó ampliamente ayer en Bonn del caso Barzel. El secretario general de la CDU, el ministro de la Juventud y la Familia, Heiner Geissler, manifestó, en una declaración escrita, que Barzel responderá mañana, ante la comisión que investiga el caso, de la acusación de haber recibido 1,7 millones de marcos (unos 95 millones de pesetas) del consorcio Flick.La formulación escogida por Geissler deja entrever que los democristianos han dejado abandonado a su suerte al presidente del Bundestag. Geissler no quiso pillarse los dedos y dijo en la declaración escrita que Barzel se comprometió ante la ejecutiva del partido a responder de forma clara y satisfactoria a todas las acusaciones que pesan sobre él. A la pregunta de un periodista de si esta semana se podrían adoptar medidas personales, el secretario general democristiano respondió que no podía responder.

Entre los democristianos reina la indignación contra Barzel, en primer lugar, porque hace 11 años admitió que se presentase su cese al frente del partido como "un problema social" y recibió del grupo parlamentario durante varios meses su sueldo como jefe, aunque ya tenía un acuerdo con el bufete de abogados de Francfort que le aseguraba 1,7 millones de marcos en siete años, cantidad que había que sumar a sus dietas de diputado, que en la República Federal de Alemania ascienden a unos 10.000 marcos mensuales (560.000 pesetas al cambio actual).

Además de esta indignación entre los diputados democristianos por haberse presentado como un problema social el cese de Barzel, el malestar se incrementó ayer porque el presidente del Parlamento convocó a la televisión antes de acudir a la reunión con la ejecutiva del partido, que tuvo noticia de la declaración de Barzel por los periodistas que circulaban por los pasillos de la Adenauer Haus, la sede de la CDU, en espera del comienzo de la reunión.

Barzel declaró ante la televisión que las sospechas contra él, "incluso moralmente" son falsas y dijo que "presuntamente existe un ficha de observación del fiscal contra mí. Si hubiesen hablado conmigo sólo una palabra, no existiría esa ficha porque habría quedado inmediatamente claro que los pagos de la firma Flick al bufete en el que yo trabajaba no coinciden con los pagos que me hizo el bufete". Barzel añadió contundente: "Yo no he recibido ningún dinero de Flick", y apeló a todos los implicados en el caso a que no participen en "mi asesinato moral". El político concluyó asegurando que mañana comparecerá con la conciencia tranquila ante la comisión investigadora del Bundestag y ante los miembros de su grupo parlamentario.

Barzel se ha convertido para los democristianos en un problema, porque su negativa a dimitir no hace más que prolongar la propaganda negativa sobre el escándalo.