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Los militares salvadoreños afirman que apoyan el diálogo con la guerrilla si se mantiene en los límites constitucionales

"Las fuerzas armadas han dado un apoyo absoluto al diálogo, siempre que se mantenga dentro de los límites constitucionales". Esta es la posición del Ejército, según palabras del coronel Reynaldo López Nuila, viceministro de Defensa, encargado de las fuerzas de seguridad. El alto mando militar conoció la propuesta del presidente Duarte un día antes de que fuera presentada ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. "Sólo exigimos que todo se mantenga en el marco de la legalidad".

El coronel López Nuila manifestó ante varios periodistas españoles que el Ejército "puede ganar la guerra, pero nadie sabe en cuánto tiempo ni a qué coste. De poco serviría ganar al precio de encontrarnos con un país devastado. Entendemos que el diálogo es una opción más para terminar el conflicto y ahorrar sufrimientos al pueblo". Desde su punto de vista, es imposible que la guerrilla tome el poder por las armas.Después de varios días de relativa calma, la guerra ha vuelto a los escenarios habituales. El Ejército se apunta pequeños éxitos en los departamentos de Usulután, San Miguel, Cabañas y Morasán. Según los partes oficiales, el comandante Lucas ha muerto en combate y dos campamentos guerrilleros han sido desmantelados. Los rebeldes han iniciado en el Oriente su campaña para boicotear el tráfico.

El viceministro de Defensa asegura que, por ahora, el Ejército salvadoreño mantendrá sus planes militares. "En la reunión de La Palma se habló de alto el fuego como un tema de trabajo, no como un objetivo inmediato. En este momento, una tregua sería ilusoria. Tendrá que plantearse en próximas reuniones, cuando se haya avanzado más".

La ocupación de La Palma, tres días antes de que se celebrase la reunión Gobierno-guerrilla, por parte de las tropas del coronel Sigfrido Ochoa no revela a su juicio ninguna discrepancia en el seno del Ejército. "Obedeció a planes militares que ya estaban en ejecución y que no vamos a interrumpir hasta que haya una tregua formal. El compromiso era desmilitarizar la población un día antes, y se cumplió".

Entre el ministro de Defensa, general Vides Casanova, y los comandantes guerrilleros que participaron en el diálogo "hubo al comienzo una cierta tirantez, lógica si se considera que estaban sentados a la misma mesa enemigos irreconciliables; pero luego se fue aflojando". El único militar de la comitiva de Duarte fue casi un observador del diálogo. "Sólo dijo que la fuerza armada apoya esta iniciativa siempre que se desarrolle dentro de los cauces de la Constitución".

Este límite ya fue señalado por el presidente en su discurso ante las Naciones Unidas, adonde le acompañó López Nuila, como prueba del respaldo militar a su gestión.

Duarte ha reiterado luego el concepto en todas sus declaraciones. De ahí que el militar salvadoreño ponga el énfasis en que el diálogo se ha planteado "en términos muy institucionales". Por eso asegura que "no se habló ni podrá hablarse de la formación de un Gobierno provisional o de la fusión de las guerrillas con el Ejército" Considera "absolutamente imposible" negociar este asunto, "a menos que quieran ingresar como clase de tropa".

Humanizar la guerra

López Nuila dice que el objetivo de humanizar la guerra es muy importante. "Sería un avance que dejaran de atacar a los poblados y al transporte público". Minimiza la parte de culpa que pueda tener el Ejército en este renglón. Las frecuentes denuncias por bombardeos contra la población civil las reduce a "dos o tres casos sobre un total de 5.000 misiones de la fuerza aérea, que además ha establecido ya mecanismos para que no se repita".Rechaza igualmente acusaciones sobre violación de derechos humanos, materia en la que, según él, ha habido un progreso importante, y afirma que la apelación de la guerrilla a la Convención de Ginebra es una maniobra para buscar reconocimiento internacional. "La Convención no es aplicable a este conflicto, ya que la guerrilla no cumple varios requisitos que se establecen en su texto, como es el de ir uniformados".

El viceministro considera normal que haya voces discrepantes con el diálogo. "Hay quien cree que con los comunistas no se puede hablar, porque se pierde siempre". Incluso considera conveniente que haya disidentes, a fin de que el Gobierno se mantenga en su justo lugar. Para él, los escuadrones de la muerte no constituyen un peligro importante.

Frente a las demostradas conexiones de los escuadrones con algunos oficiales y partidos de derecha, López Nuila levanta una vieja cortina de humo: "Uno piensa a veces que ni siquiera existen, que se trata de delincuentes comunes que utilizan esas siglas para extorsionar". En todo caso, asegura que el Gobierno lleva a cabo una lucha permanente por controlarlos. El arzobispado de San Salvador sostiene tesis discordantes. Hace dos semanas denunció la reaparición de los escuadrones con los mismos métodos de brutalidad que en el pasado.

El desmantelamiento de estas oscuras fuerzas, presentes siempre en el escenario político salvadoreño, ha sido exigencia permanente de la izquierda, que la ha incorporado a sus 29 demandas difundidas con vistas al diálogo a través de Radio Venceremos.

Figuran entre estas peticiones el juicio a todos los responsables de asesinatos políticos, el cese inmediato de los bombardeos contra posiciones civiles, el acceso de la izquierda a los medios de comunicación, la suspensión de las levas obligatorias, una elevación de la paga a los soldados y una rebaja a los altos mandos, un aumento de impuestos a los grandes negocios, una reducción de tarifas de agua y electricidad y una subida salarial para obreros y campesinos.

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