Vólumen de las objeciones al acta de paz impedirá que el Grupo de Contadora redacte hoy en Madrid el documento final

La reunión que hoy celebrará en Madrid el Grupo de Contadora servirá para estudiar y hacer tina selección de las objeciones presentadas por los países centroamericanos al acta de paz para la región, pero no podrá concluir con la rellacción de un documento definitivo, según manifestaron ayer en Oviedo fuentes de absoluta solvencia. Las objeciones de Honduras y El Salvador -que un miembro del grupo considera que cambiarían sust ancialmente el contenido del acta, caso de ser aceptadas- se presentan aún como los principales obstáculos.

Las gestiones del grupo están, probablemente, en su recta final, pero no tan avanzadas como para que la de Madrid sea, la última reunión de los cancilleres del grupo: Augusto Ramírez, de Colombia; Bernardo Sepúlveda, de México; Isidro Morales, de Venezuela, y el ex canciller de Panamá Oydén Ortega, queayer recibieron en Oviedo, de ma:nos del rey Juan Carlos, el Premio Príncipe de Asturias a la Cooperación Iberoamericana.Algunas de las objeciones al acta final presentadas por Honduras y El Salvador son totalmente inabordables, a ju:,cio de un miembro del Grupo de Contadora, y no podrían ser incorporadas sin modificar sustancialmente el contenido del documento; otras, particularmente las referidas a los sistemas de verificación y control, pare cen de más fácil aceptación.

Una destacada fuente del grupo comentó ayer en Oviedo que sólo por el volumen de las objeciones presentadas es imposible concluir el trabajo hoy", e insistió en que "lo mejor en este momento es no apresurarse; hay que concederse un plazo para discutir detenidamente qué observaciones pueden ser iritroducidas y cuáles no".

La misma fuente añadió que alguna enmiendas "está incluso lejos de lo que se ha, venido discutiendo en los últimos meses. No podemos modificar el acta en aspectos que sabemos que van a resultar inaceptables para otros países, como, por ejemplo, Nicaragua".

Un portavoz mexicano declaró que "en este momento lo más importante es comprobar la voluntad política de firmar el acta". "Todo lo demás", añadió, "incluso la reforma de los plazos para la retirada de los asesores militares extranjeros y el desmantelamiento de las bases militares, puede ser discutido, pero necesitamos tener la certeza de que hay voluntad política".

Otra fuente que no quiso ser identificada preciió, a este respecto, que "lo que hace falta saber es si Estados Unidos está dispuesto a retirar sus asesores militares de El Salvador en cual quier plazo".

La impresión que ayer se recogía en los círculos diplomático del Grupo de Contadora era la de que antes de dos semanas es prácticamente imposible que se pueda tener elaborado un documento final. "En Madrid se podrá avanzar en este sentido, pero no terminar", comentaron algu nos portavoces. A este avance puede contribuir la reunión de los cinco países centroamerica nos prevista para el próximo día 19 en Honduras.

Susceptible de mejora

Un portavoz nicaragüense expresó su temor de que "si el acta no se firma antes de fin de año no se pueda firmar jamás". Este peligro es compartido por la mayoría. de los países del grupo pacificador, aunque México matiza que, precisamente por eso, es necesario "avanzar con tiento y no elaborar un documento que pueda ser inaceptable para alguien".Todos los países del Grupo de Contadora admiten que el acta puede mejorarse en el apartado de los sistemas de verificación y control, con una pequeña reserva de México, que considera que el documento no es tan inconcreto como dicen Estados Unidos, Honduras y El Salvador.

El tema más polémico puede ser el del desmantelamiento de las bases extranjeras y la retirada de los asesores militares norteamericanos de El Salvador y Honduras y los cubanos de Nicaragua. El acta prevé, en su actual redacción, la entrega de una relación de los asesores en cada país en un plazo de 30 días, y exige proceder luego a su "retiro inmediato". Las bases militares extranjeras, según el texto vigente, deben ser desmanteladas antes de seis meses.

Honduras y El Salvador piden modificaciones en estos puntos, lo que, según los mexicanos, no constituiría un problema siempre que se mantenga el principio de retirada de tropas extranjeras de Centroamérica en un plazo más o menos cercano. Nicaragua, aparentemente, tampoco tiene inconveniente en retrasar algo la fecha de retirada de asesores.

En lo que están de acuerdo todos los cancilleres del Grupo de Contadora es en aprovechar la reunión de Madrid para que España adquiera un protagonismo mayor como garante e impulsor de los acuerdos de paz. El Gobierno español podría ofrecer a los ministros del grupo su disposición a participar en las comisiones de control previstas en el acta, además de anunciar públicamente la intención española de suscribir el protocolo adicional.

Más información en las páginas 34 y 35