_
_
_
_
La segunda visita del Papa a España

"La Iglesia respeta la justa autonomía de las realidades temporales", afirma Juan Pablo II en Zaragoza

Juan Arias

El Papa afirmó ayer, en su discurso de llegada a España, pronunciado ante los Reyes y los representantes del Gobierno, que le recibieron a media tarde en el aeropuerto de Zaragoza, que "la Iglesia respeta la justa autonomía de las realidades temporales, con una opción que es profunda y decidida". Insistió aún el papa Woytjla diciendo que la fe y la adhesión a la cátedra de Pedro "no interfiere en las legítimas opciones temporales, que Dios y la Iglesia dejan a la responsable libertad de cada hombre".

Más información
Felipe González conversará hoy con el Papa, que emprende viaje a America
Sin incidentes en la seguridad

Juan Pablo II añadió que "todos, por ello, pueden encontrarse, respetarse y colaborar en torno a las exigencias fundamentales de un mensaje que", puntualizó el Papa, "habla de amor entre los hombres, de respeto a su dignidad y a los valores fundamentales de paz, de concordia, de libertad y de convivencia". Habló de la "sana colaboración" que debe existir entre todos para llegar a "una ordenada convivencia, a una solidaridad comunitaria, a la armonización jurídica de los mutuos derechos y deberes en el campo personal, familiar, escolar, laboral y cívico". Insistió el Papa en el concepto, tan sentido por él, del papel y responsabilidad que tiene España por haber contribuido, con el descubrimiento de América, "a crear una gran comunidad histórica entre naciones de profunda afinidad humana y espiritual, cuyos hijos", subrayó, "rezan en español y en esa lengua han expresado en gran parte su propia cultura".Y a este respecto, Juan Pablo II afirmó que "sería imposible y deformante presentar una historia verídica de esa gesta española haciendo abstracción de la Iglesia y de su labor". Y agregó: "Me pregunto yo también, con tantos de vuestros pensadores, si sería posible hacer una historia objetiva de España sin entender el carácter ideal y religioso de su pueblo o la presencia de la Iglesia".

Exhortó a los españoles, como había ya hecho en Santiago de Compostela en su anterior viaje a España, hace dos años, a "reavivar los valores que hicieron gloriosa la historia de España en otros continentes".

Derecho de los padres a elegir el tipo de educación

Los tres discursos del Papa ayer tuvieron un tono dialogante. No hubo, ni cuando tocó los temas espinosos del divorcio, el aborto y de la enseñanza, ese tono de dureza que en otras ocasiones y en otros países ha caracterizado algunos discursos del papa Woytjla en estos campos.

Por lo que se refiere a la enseñanza, se limitó a decir, durante la misa: "Ojalá tenga plena efectividad en vuestro país el derecho de los padres a elegir el tipo de educacíón que prefieren para sus hijos". Frase largamente aplaudida por los presentes, mientras quedaron sin aplausos las que seguían inmediatamente cuando dijo: "Sed ejemplares en vuestra vida cívica y en la capacidad de convivencia, contribuyendo a una mejor justicia social para todos".

Por lo que se refiere a los problemas del divorcio y del aborto, dos palabras que no pronunció ayer el Papa, como hizo por ejemplo en su reciente viaje a Canadá con tonos casi dramáticos, se limitó a pedir que se viva y se defienda "la indisolubilidad de la familia y los demás valores del matrimonio, promoviendo el respeto a toda la vida desde el momento de la concepción". También alertó el Papa a los católicos sobre lo que llamó "el error de pensar que se pueda cambiar la sociedad cambiando sólo las estructuras externas, o buscando en primer lugar la satisfacción de las necesidades materiales", y añadió, también aquí con gran entusiasmo del público: "Hay que empezar por cambiarse a sí mismo, destruyendo las raíces del pecado y del egoísmo, ya que", comentó Juan Pablo II, "sólo las personas transformadas colaboran eficazmente en transformar la sociedad".

Se le notó al Papa una cierta preocupación por las dificultades que los católicos puedan tener para vivir en España plenamente su fe, cuando afirmó: "Tened confianza en vosotros mismos. Vivid con integridad vuestra fe, en un contexto en el que se la respete plenamente, o en el que se le puedan crear algunos obstáculos". Pero aún aquí se notó en las palabras escogidas por el Papa, "algunos obstáculos", su deseo de no querer dramatizar lo que pueda haber de fricción en el transcurso de la España oficialmente católica al nuevo país, más secularizado y con régimen político de separación de Iglesia y Estado.Homenaje a los 200.000 misioneros españoles

Pidió también el Papa a los católicos españoles que sean coherentes en su vida con la enseñanza del Evangelio, que no se avergüencen de profesar en público su fe y que superen la tentación "de la desconfianza y las difusiones estériles".

En sus palabras en la basílica del Pilar dedicadas a los familiares de los misioneros españoles, el Papa quiso agradecer "la generosidad ininterrumpida en la que, desde hace casi cinco siglos, tantas familias han entregado sus hijos e hijas para que lleven", dijo el Papa, "la luz de Cristo a los pueblos del Nuevo Mundo", y recordó que más de 200.000 misioneros en estos cinco siglos salieron de España para servir a la Iglesia en Hispanoamérica.

Fuera de programa, Juan Pablo II leyó también ayer una oración en la basílica del Pilar, en la cual recordó que "tantos hijos de España, dejándolo todo, decidieron dedicarse por entero a la causa del Evangelio". En dicha oración el papa Wojtyla pidió a Dios que mirara propicio "la angustia de cuantos padecen hambre, soledad o ignorancia", y añadió: "Haznos reconocer en ellos a tus predilectos y danos la fuerza de tu amor para ayudarlos en sus necesidades".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_