La operación reprivatizadora marcha con más celeridad de la prevista
Cuando la Dirección General del Patrimonio del Estado se hizo cargo del imperio Rumasa, se encontró bajo la alfombra la friolera de 777 empresas, distribuidas en una maraña casi inextricable de interpuestas, partícipadas, minoritarías, filiales y toda la variedad de situaciones que pueda tener cabida en la legislación mercantil. Nadie pensó que el proce-so de su devolución a manos privadas fuera a ser un camino de rosas, pero lo cierto es que la reprivatización marcha a ritmo más rápido de lo esperado y a finales de agosto pasado habían sido ya vendidas o liquidadas 641 empresas.A primeros de septiembre había sido reprivatiz ado el 75 % de valor añadido, alrededor del 65% de la facturación y más del 50% del empleo.
De las 777 empresas fichadas en el grupo Rumasa, 127 eran sociedades ajenas al grupo, cuya situación peculiar fue resuelta dándolas de baja. Otras 339 han corrido la misma suerte mediante la oportuna escritura de disolución ante notario, y otras 50 cuya acta de disolución se encuentra muy avanzada. En total, 516 sociedades ficticias de escasa o nula actividad.
Las empresas realmente vendidas desde que se inició el proceso reprivatizador son 130, incluyendo las cinco sociedades cuya enajenación ha sido anunciada el pasado 3 de octubre. Entre los activos vendidos más destacados figura la cadena hotelera Hotasa, adquirida por Hoteles Mallorquines Asociados y el grupo kuwaití KIO; el grupo de los cavas, adjudicado a la firma catalana Freixenet, SA; los 17 bancos del grupo, que fueron repartidos entre un pool bancario constituido por seis de los siete grandes más dos medianos; el Banco Atlántico, vendido al ABC Bank (70%), Exterior de España (25%) y Aresbank (5%); el grupo Mantequerías Leonesas, adjudicado a la cooperativa alemana Coop; las compañías de seguros, adquiridas por CASER, y el grupo Loewe, la venta más polémica de las efectuadas hasta el momento.
Las sociedades calamitosas
El pasivo total de las empresas vendidas ascendía a finales de agosto pasado a 58.000 millones de pesetas, de los cuales los compradores han adquirido en términos redondos 53.000 millones. El resto ha quedado en la sentina del Patrimonio, apuntado en la rúbri~ ca de sociedades en situación especialmente calamitosa. De aquellos 58.000 millones, unos 40.000 han sido -asumidos por los nuevos dueños en condiciones de mercado, mientras el resto disfruta de algún tipo de refinanciación.
Teóricamente faltan 131 empresas por vender que, descontadas las sociedades fantasmas, quedan reducidas a unas 40 unidades empresariales vendibles. El meollo de lo pendiente se distribuye en cuatro grandes bloques: Los vinos de Rioja (Paternina, Franco Española, Lan y Berberana), cuya venta estará lista antes de fin de año; Galerías Preciados, el auténtico hueso por liquidar, donde se esperan novedades para la primera decena de noviembre; los vinos de Jerez, que problablemente será lo último que se reprivatice, e Hispano Alemana de Construcciones.
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