Padma Subrahmanyan, genial danzarina india

El conocimiento de una artista como Padma Subrahmanyian constituye una experiencia extraordinaria. Su persona, su gesto incisivo, sus movimientos" la armonía general de su cuerpo, el increíble ondular de sus brazos, la firmeza suave de su ritmo desprenden un halo humanísimo tan comunicativo, que no precisa de demasiadas explicaciones previas.Cuando el genio encarna cualquier genero de arte (la danza del sur de la India, en este caso), la supuesta incomunicabilidad entre las culturas desaparece de modo definitivo. Más si se trata de un arte -como es la danza hindú- capaz de concentrar hasta llegar a últimas síntesis pensamiento, sentimiento humano, actitud religiosa, palabra, pintura y baile.

La ciencia musical de la India es tan antigua como permeable y expansiva:

Sobre la música cantada (fuente y fin de todas las artes en la India) por Shyarnala Balakrishnan y Vijaya Natara, acompañado por la percusión, el violín y la veena, una suerte de sitar, la singular Padma desarrolló su recital, el mundo completo y variado de la Bharatanrithyan: danza religiosa, cósmica, figurativa y devota, o una fusión a lo divino de diversos valores, según la tradición del Varnam. El éxito fue de excepción, como lo es la personalidad de danzarina, coreógrafa, compositora y estudiosa absolutamente fascinante.