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Detenido por primera vez en la historia un agente del FBI que espiaba para la URSS

Richard Miller, agente del Buró Federal de Investigación (FBI) norteamericano, fue detenido el martes en Los Ángeles (California) acusado de pasar documentos secretos a agentes del Comité Estatal de Seguridad (KGB) soviético. Es la primera vez en la historia del FBI que uno de sus hombres es arrestado por espiar para la URSS. Para el director del organismo, William Webster, el caso es una aberración para los miles de agentes que con sentido patriótico trabajan en nuestra organización". Webster no ocultó el contratiempo que supone para el FBI la infiltración de un topo. El agente detenido, de 47 años de edad, reconoció haber estado en contacto, de mayo a septiembre, con el matrimonio formado por Svetlana y Nikolai Ogorodnikov, nacidos en la URSS y residentes en Estados Unidos desde 1973. Según el FBI, Svetlana, de 34 años, es una agente del KGB.

Sometido al detector de mentiras, Richard Miller, agente especializado en asuntos de contraespionaje desde hace más de 20 años, reconoció haber pasado documentos confidenciales a Svetlana, a cambio de la promesa de recibir en oro el equivalente de 50.000 dólares (unos 8,5 millones de pesetas). Miller sólo llegó a cobrar 7.000 dólares en papel moneda, más la cobertura de otros 1.000 dólares para los gastos de un viaje a México, donde se realizó el intercambio de documentos.

Al parecer, la información pasada por Miller se refería al modo en que los agentes de los servicios norteamericanos recogen datos sobre terceros países, una tarea considerada como de poca relevancia en los trabajos de la organización, según el ex director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) Stanfield Turner.

En caso de comprobarse la culpabilidad de los detenidos, los tres podrían ser condenados a cadena perpetua.

William Webster, al anunciar el caso en la sede central de la organización, en Washington, aseguró que se trataba del más importante delito perpetrado contra el país por un agente del FBI. En realidad, se trata de un capítulo más en la lucha secreta entre las dos superpotencias, sólo que en esta ocasión está implicado uno de los hombres del equipo de incorruptibles de la Administración norteamericana.

Casi en el momento en que estallaba el escándalo de Miller, otros agentes del FBI detenían en el aeropuerto Kennedy, de Nueva York, a una espía de la República Democrática Alemana (RDA), Alice Michelson, de 67 años, cuando intentaba sacar del país documentos secretos camuflados en un paquete de cigarrillos, entregados por un oficial de los servicios de espionaje militar estadounidense que se hizo pasar por colaborador del KGB.

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