_
_
_
_

El teólogo Leonardo Boff imparte de nuevo sus clases a seminaristas en Brasil

El fraile franciscano Leonardo Boff, que estuvo hace tres semanas en el Vaticano contestando preguntas sobre la teología de la liberación, ya está otra vez en la ciudad brasileña de Petrópolis, situada a unos 80 kilómetros de Río de Janeiro, impartiendo su curso a seminaristas franciscanos. Los que esperaban una dura condena del Vaticano a sus teorías se vieron defraudados. Hasta ahora ninguna medida se ha adoptado, al menos oficialmente, contra Boff. Las afirmaciones que el prefecto del antiguo Santo Oficio, el cardenal alemán Josef Ratzinger, escribió en una carta dirigida a Boff el pasado mes de mayo, no significan un castigo oficial del Vaticano aunque sí contienen una durísima crítica a las teorías de Leopardo Boff. Esas declaraciones, que serán publicadas íntegramente por el próximo número de la revista italiana Il Regno, han sido anunciadas ya en la Prensa brasileña.

Más impacto que el texto crítico de esta carta del cardenal y teólogo, Ratzinger, han provocado las medidas adoptadas hace dos días en Campos, a unos 400 kilómetros de Río de Janeiro, por el obispo local, Carlos Alberto Navarro. En previsión de un avance de la línea radical tradicionalista de algunos curas de su diócesis, Carlos Alberto Navarro relevó de sus funciones el pasado viernes a tres curas tradicionalistas.

Con esa medida ascendió a 21 el número de curas tradicionalistas apartados del ministerio activo en esta diócesis. Uno de los curas relevados el viernes, David Francisquini, acusó al obispo de ser un dirigerite de la "subversión del clero de izquierdas" y de utilizar "trucos de la guerrilla de nervios".

En realidad, esos 21 curas no fueron apartados de sus parroquias por disentir de la teología de la liberación sino porque se niegan, entre otras cosas, a adoptar el nuevo misal, aprobado por el Concillo Vaticano II. Hasta la justicia civil tuvo que intervenir, ya que los curas se negaban a entregar a la diócesis las iglesias que ocupaban y otros bienes inmuebles que pertenecen a la diócesis. El asunto de Campos ha servido para aumentar las divergencias existentes en la iglesia católica brasileña, agravadas por la intervención del Vaticano contra Boff.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_