Buena acogida en La Laguna al nuevo obispo de la diócesis, Damián Iguacen

La designación de Damián Iguacen como nuevo titular de la diócesis nivariense de La Laguna (Tenerife), de la que tomó posesión ayer, ha sido acogida favorablemente en medios católicos progresistas y por las organizaciones de cristianos de base de la provincia, que habían sido marginados en los últimos años por la Iglesia oficial tinerfeña. Recientemente. se había suscitado cierta inquietud en algunos ambientes religiosos de las islas por interpretarse como un agravio el hecho de que en Teruel, el anterior destino de Iguacen, se hubiera calificado su traslado a Canarias como un posible destierro.En la provincia aragonesa se asoció el nombramiento de dicho obispo, por la Santa Sede, para cubrir la vacante creada en agosto pasado, tras la muerte de Luis Franco, en la diócesis de Tenerife, como un castigo propiciado por algunos grupos de presión contrarios a que se produzca la reintegración en, la diócesis aragonesa de una parte de la provincia de Huesca que pertenece en la actualidad a la demarcación eclesiástica de Lérida.

El nuevo obispo de Tenerife fue agasajado anteayer en el aeropuerto Reina Sofía de Tenerife, a su llegada a la isla, por cientos de personas que le ovacionaron y corearon gritos como Damián, obispo, en ti vemos a Cristo. Un grupo folklórico animó el caluroso recibimiento, antes de que Iguacen pronunciara sus primeras palabras en Tenerife para expresar el que será el lema de su magisterio pastoral: "El último de todos y el servidor de todos".

El viaje a Tenerife lo realizó en un jumbo de Iberia que fue fletado por cerca de 200 sacerdotes y paisanos suyos que le acompañaron para asistir a la toma de posesión de su nuevo episcopado, en la que también estuvo presente el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Gabino Díaz Merchán.

El talante campechano y sencillo de Iguacen devuelve a los canarios el recuerdo de Domingo Pérez Cáceres, un obispo de los años cincuenta que forma parte de la memoria popular. Al nuevo titular de la diócesis. de Tenerife se le plantea como tarea inmediata el reagrupar a su iglesia, dividida en los últimos 20 años y salpicada por numerosos conflictos internos.