Los inspectores de Hacienda convocan una huelga en protesta por la reducción de ingresos y la degradación de su función

Los inspectores financieros y tributarlos del Estado (inspectores de Hacienda) -colectivo que aglutina a más de mil personas- han convocado una huelga para los primeros días del próximo mes de octubre como protesta por la degradación que según ellos supone para la función inspectora la regulación del nuevo cuerpo superior de inspectores de finanzas del Estado (fusión de los cuerpos de Intervención y Contabilidad, inspección de Aduanas, inspección de entidades de Seguro y Ahorro e inspección financiera y tributaria) y por el anuncio de clasificación y retribución de puestos de trabajo, que supone la previsión de que el 83% de los inspectores tendrán en 1985 unas retribuciones inferiores a las del año en curso.

Este conflicto puede ser el primero de una larga cadena que afecte a los funcionarios disconformes con un estudio de retribuciones, encargado por el secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, a una multinacional que valora los puestos de trabajo de la Administración. En este estudio, según fuentes de los inspectores, éstos salen bastante mal valorados. Sin embargo, fuentes del Ministerio de Economía y Hacienda confían en llegar a una solución en los 10 días que faltan para llegar a la huelga.La comunicación de la convocatoria a Borrell se produjo el pasado jueves. Una comisión gestora del cuerpo de inspectores financieros y tributarios, salida de una asamblea masiva de funcionarios celebrada antes del verano y compuesta por ocho de ellos, firma la convocatoria de "una huelga con asistencia al puesto de trabajo" para los próximos 1 y 2 de octubre.

Carta abierta a Boyer

Las razones son "Ia inexistencia de garantías de mantenimiento con la necesaria dignidad de la función inspectora en la regulación del nuevo cuerpo de inspectores de finanzas del Estado, así como el anuncio de acuerdos acerca de la clasificación y retribución de puestos de trabajo en la Administración, cuyo proyecto afecta negativamente tanto a la retribución de este colectivo como a la propia organización de la inspección".

Paralelamente, la comisión gestora ha dirigido, con la misma fecha, una carta abierta al ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, extremadamente crítica. En la misiva se dice que habiendo comprobado la imposibilidad de hacer llegar a Boyer "nuestra preocupación ante el deterioro creciente de la Administración de la Hacienda Pública y después de intentar en diversas ocasiones ponerle de manifiesto nuestro deseo de colaborar para solucionar este problema, nos vemos en la obligación de tener que utilizar a estos efectos una carta abierta por ver si así logramos ser escuchados".

La carta pone en cuestión frontalmente todos los planes de inspección anunciados reiteradamente por los responsables de Hacienda. "Todas las medidas adoptadas en los últimos meses fomentan la degradación de la inspección de Hacienda, instan desánimo a sus funcionarios y parecen encaminadas a la desaparición de una inspección cualificada, profesional y motivada". Para los firmantes, la fusión de los cuerpos citados anteriormente ha desdibujado todo el ámbito de la gestión tributaría, y se preguntan si se ha olvidado que la función que estos colectivos tienen encomendada exige conocimientos específicos muy diferenciados. También consideran que el desempeño de la inspección tributaria por "personas que no posean dichos conocimientos sólo conduce a disminuir las garantías jurídicas de los contribuyentes y el aumento del déficit público, como consecuencia de la disminución de la inspección y del aumento de la conciencia de impunidad del defraudador bien asesorado".

La opinión de las bases

El segundo motive, significativo de la protesta de los inspectores se debe a las previsiones retributivas para el ejercicio próximo. Como consecuencia del nuevo esquema retributivo aprobado en la ley de la Función Pública, a partir de ahora se cobrará en función del puesto que se ocupa en la Administración y no del cuerpo al que se pertenece por oposición. Para concretar esta filosofía, Hacienda, en conexión con el Ministerio de la Presidencia, encargó un estudio a una multinacional, cuyos datos se van conociendo poco a poco. Según la carta a Boyer, del estudio se desprende que el 83% de los inspectores percibirán en 1985 retribuciones interiores a las del año en curso. '"Este hecho se agrava si se tiene en cuenta que los más perjudicados son aquellos que realizan directamente la inspección en las delegaciones de Hacienda, que pueden perder más del 25% de su salario en beneficio de los que realizan tareas burocráticas".

Fuentes oficiales del Ministerio de Hacienda declinaron hacer comentarios sobre el conflicto con los inspectores, ya que el lunes próximo, el secretario general de Hacienda, José Francisco Martín Seco, recibirá a dos funcionarios representantes de cada uno de los cuerpos que se han fusionado para dialogar y explicarles los proyectos futuros. Sin embargo, otras fuentes del departamento pusieron en cuestión la medida de fuerza de la huelga, tomada por la comisión gestora, sin consultar a las bases de los inspectores. Según estas últimas fuentes, la especialización requerida posterior a la fusión de cuerpos se hará paulatinamente y tiene la misma urgencia que la que se necesita con otros cuerpos fusionados de otros departamentos. Asimismo matizaron al alcance del estudio sobre retribuciones de la multinacional -aunque reconocen que en él, globalmente, los inspectores no salen bien valorados-, afirmando que se trata de un primer esquema de trabajo que serápulido por los subsecretarios de cada ministerio afectado. El director general de Inspección, Jaime Gaiteiro, se ha reunido con los miembros de la comisión gestora y con todos los inspectores regionales, para transmitirles un mensaje de tranquilidad y advertirles que el informe de la multinacional es un "primer ensayo" que será ajustado.