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Un coche bomba destruye la nueva Embajada de EE UU en Líbano y causa la muerte a más de 20 personas

El edificio de la nueva Embajada norteamericana en Líbano fue destruido ayer por la explosión de un coche, bomba que había logrado superar los límites de seguridad de la sede diplomática. El atentado, ocasionó al menos 23 muertos, dos de ellos estadounidenses, y más de 60 heridos, entre los cuales se encuentran el embajador norteamericano, Reginald Bartolomew, y su homólogo británico, David Miers. La explosión, de cuya autoría se ha responsabilizado el grupo integrista islámico Jihad Islámica (Guerra Santa Islámica) ha coincidido con un ataque de la milicia proisraelí Ejército del Sur de Líbano contra la localidad chiita de Sohmor, en el sur del país, en el que murieron ocho personas y 20 resultaron heridas.

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Senda de atentados

El atentado contra la Embajada de Estados Unidos se produjo a las nueve de la mañana (hora española), cuando un vehículo que llevaba placas de matrícula diplomática estadounidense logró sortear a gran velocidad las barreras de seguridad del exterior de la Embajada. Los marines que custodiaban el recinto abrieron fuego contra el conductor del automóvil de marca Chevrolet, que explotó a sólo unos metros del inmueble, cuya fachada fue totalmente destruida. La explosión produjo un cráter de tres metros de profundidad. La policía libanesa, que acudió a la zona, señaló que el coche contenía cerca de 150 kilogramos de explosivos.La nueva sede diplomática norteamericana estaba situada en el barrio cristiano de Akwar, en el noroeste de Beirut, y había entrado en funcionamiento el pasado 2 de agosto. La anterior Embajada fue destruida en un atentado en 1983, poco antes de la explosión de un coche bomba en el cuartel de los marines desplazados a Líbano como fuerza internacional. En esos dos atentados resultaron muertos más de 300 personas.

Dos norteamericanos, muertos

Minutos después de producirse la explosión, los heridos fueron evacuados a varios hospitales de Beirut. La mayor parte los muertos son ciudadanos libaneses que se encontraban en el recinto diplomático a la espera de visados. Sólo dos norteamericanos figuran entre los cadáveres. En el momento de la explosión, el embajador norteamericano, Reginald Bartolomew, se encontraba reunido con el embajador británico en Líbano, David Miers, que resultó también herido, aunque salió del recinto por su propio pie.

El grupo integrista Jihad Islámica se responsabilizó, en llamada telefónica a la agencia France Presse, de la autoría del atentado. Esta organización asumió en abril del pasado año la responsabilidad del anterior atentado contra la sede de la Embajada norteamericana y la destrucción del cuartel de los marines en Beirut.

Inmediatamente después de producirse el atentado, el presidente norteamericano, Ronald Reagan, acusó al "terrorismo intemacional hostil a EE UU".

El Consejo de Ministros, libanés, reunido desde el pasado lunes, fue también informado rápidamente. Walid Jumblatt, líder druso y ministro de Obras Públicas y Transportes del Gabinete de Líbano, señaló que deseaba el "rápido restablecimiento del embajador norteamericano y sus compatriotas".

La agencia oficial soviética Tass dio ayer la noticia de la explosión sin ningún comentado. En Israel, la información del atentado quedó en un segundo plano ante la conmoción provocada en los medios oficiales por la matanza perpetrada en la localidad libanesa de Sohmor, donde milicias proisraelíes, el Ejército del Sur de Líbano, asesinó ayer a ocho personas e hirió a 20 más, en una operación de castigo por la muerte de varios de sus componentes en una emboscada.

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