Desestimada la propuesta de construir una potabilizadora de agua en Denia

El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Eugenio Burriel, manifestó ayer en el transcurso de una conferencia de prensa, en Alicante, que la construcción de una planta potabilizadora, propuesta por los regantes de Pego y Oliva "no es una solución para un año y tiene un coste elevadísimo". Recordó al respecto el proyecto del trasvase a Denia desde los pozos de la sierra de Mustalla tiene el carácter de urgente y provisional, ya que sólo abastecería a esa población por un año, hasta encontrar una solución definitiva.Los regantes de Oliva (Valencia) y Pego (Alicante), que han logrado paralizar por la fuerza las obras de conducción de agua potable a la ciudad de Denia (Alicante) desde los pozos que el Instituto para la Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA) tiene en la sierra de Mustalla, propusieron la semana pasada el abastecimiento a dicha población mediante la construcción de una planta desalinizadora.

Los regantes, presuntamente afectados por el trasvase de tres hectómetros cúbicos al año a Denia, presentaron sus alternativas en la segunda reunión que celebró la Subcomisión de la Sequía, que preside el gobernador civil de Alicante, Octavio Cabezas, y cuyo objetivo es terminar con la guerra del agua desencadenada entre los pueblos de las comarcas de la Marina Alta y la Safor. Los incidentes comenzaron al iniciarse por la Consejería de Obras Públicas de la Generalitat Valenciana las obras de conducción de agua desde lo pozos destinados a regar en el futuro 1.000 hectáreas de secano de los términos municipales de Oliva y Pego.

Los agricultores propusieron también en la citada reunión el abastecimiento de Denia a través de los hipotéticos excedentes de agua del río Gullent, que en la actualidad carece del caudal imprescindible para desviar parte de sus aguas a Denia.

Eugenio Burriel comentó también en la conferencia que es necesario conseguir "un pacto de convivencia" justificando así el plazo de un mes que las instituciones interesadas en la distribución del agua en la comarca de la Marina Alta se ha dado para resolver el contencioso. Miembros del Instituto Geológico y Minero (IGM) consideran que "cualquier extracción masiva de los acuíferos costeros supone un grave riesgo de intrusión marina".

Vecinos de Oliva y Pego impidieron por la fuerza el pasado 27 de agosto la continuación de las obras de construcción de una tubería de nueve kilómetros desde los acuíferos de la sierra de Mustalla a Denia y causaron daños en las instalaciones del IRYDA por valor de 25 millones de pesetas, cantidad que dicho organismo ha reclamado a los agricultores de las respectivas localidades.