El opositor Arturo Cruz vuelve a Nicaragua para discutir su participación en las elecciones

, "Vengo a Nicaragua a rendir cuentas a mis bases y a ver si el Gobierno ofrece las suficientes garantías para concurrir a las elecciones". En estos términos se expresó el pasado jueves Arturo Cruz, líder de la Coordinadora Democrática Nicaragüense (CDN), al regresar a su país después de una gira latinoamericana en la que fue recibido por cinco presidentes.

El dirigente de la oposición ha rebajado sensiblemente sus exigencias, pero es improbable que a estas alturas del proceso, a sólo 50 días de los comicios, pueda llegarse a un arreglo satisfactorio para ambas partes. Un funcionario nicaragüense ha admitido que "unos y otros hemos caído en una trampa que resulta desfavorable para todos, pero de la que ya no podemos salir antes del 4 de noviembre".El plazo inicial para inscribir candidatos se cerró el 5 de agosto. La CDN, que agrupa a socialcristianos, liberales constitucionalistas y socialdemócratas, renunció a entrar en la carrera electoral por la negativa del Gobierno a abrir un diálogo nacional con participación de los grupos alzados en armas.

Arturo Cruz mantiene todavía en alto la bandera de un diálogo previo a las elecciones, pero limitado a las fuerzas políticas que operan legalmente en el interior del país. A ello añade una irrestricta libertad de prensa, garantías de hábeas corpus, separación real entre el Estado y el Frente Sandinista y la instalación de urnas en lugares donde el votante no pueda ser coaccionado.

El Gobierno no parece tener objeciones de fondo para discutir estos puntos. La dificultad principal estriba en que la inscripción de la CDN obligaría a retrasar las elecciones, y esto es algo que no pasa por los cálculos del Ejecutivo.

Defenderse de Reagan

La convocatoria del 4 de noviembre fue decidida en función de las elecciones norteamericanas, que deben celebrarse dos días después. Entre los comandantes prevaleció la tesis de que un Reagan probablemente reelecto tendría mayores dificultades para justificar una agresión directa contra Nicaragua si en ese país hay un presidente y una Asamblea Nacional elegidos en las urnas.Bayardo Arce lo manifestaba a este corresponsal en los siguientes términos: "El adelanto de las elecciones fue una forma de enfrentar la agenda justificativa de la agresión norteamericana. Ellos han hablado de nuestras relaciones con los países comunistas, de nuestro armamentismo, del supuesto uso de Nicaragua como plataforma desestabilizadora de Centroamérica y de la falta de democracia interna. A los tres primeros puntos hemos respondido con propuestas concretas de negociación, tanto bilaterales como en el marco de Contadora. El único elemento que quedaba era el electoral, y por eso decidimos adelantar las elecciones".

Para los sandinistas, que están convencidos de ganar en las urnas por amplio margen, sería importante la participación de la CDN, ya que daría al proceso credibilidad internacional. El candidato presidencial, Daniel Ortega, ha mantenido siempre abierta esta posibilidad, pero no al precio de retrasar los comicios.

El dirigente de la oposición declaró durante una conferencia de prensa celebrada en Managua que está ansioso por participar en las elecciones presidenciales pero bajo las condiciones adecuadas.