Thatcher no entregará a los refugiados en su legación de Durban

, Seis líderes disidentes surafricanos que se refugiaron el jueves en el Consulado británico en Durban (República Surafricana) no serán obligados a abandonarlo contra su voluntad, según instrucciones dadas por la primera ministra británica, Margaret Thatcher, y recogidas en una carta que ésta envió ayer al líder de la oposición, el laborista Neil Kinnock.

Los disidentes, que permanecían en la clandestinidad desde el sábado, pertenecen a organizaciones contrarias a la nueva Constitución, que sigue excluyendo a la mayoría negra de Suráfrica, y han elegido con oportunidad el momento de su solicitud de asilo para causar la mayor incomodidad posible a las autoridades de la República Surafricana. Este hecho y los graves incidentes registrados ayer en Soweto, en los que resultó muerto un hombre, coinciden con la celebración de la ceremonia de inauguración de la nueva Constitución surafricana.

Cinco de los disidentes se encontraban entre las aproximadamente 200 personas detenidas durante las elecciones, bajo leyes que permiten la detención indefinida sin juicio. Un juez de Natal decretó su excarcelación el pasado viernes, al considerar ilegales las órdenes de detención. Las autoridades cursaron entonces nuevas órdenes de detención y los dirigentes políticos desaparecieron hasta refugiarse en el Consulado británico.

Los fugitivos han pedido al Gobierno británico que les proporcione refugio y actúe como mediador ante las autoridades surafricanas para solucionar su situación.

El primer ministro, P. W. Botha, de 68 años, tomó posesión ayer de su nuevo y poderoso puesto como presidente del Estado. No habrá primer ministro en la controvertida nueva legislatura. Para la próxima semana está prevista la apertura oficial del parlamento, tricameral, dominado por una cámara blanca y con otras dos subordinadas para los representantes indios y mestizos, elegidos el mes pasado.