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Las tres esculturas atribuidas a Modigliani encontradas en Livorno son falsificaciones

Angelo Froglia, de 29 años de edad, trabajador portuario y pintor aficionado, confesó el pasado viernes en Livorno, Italia, ser el autor de dos de las tres esculturas encontradas el pasado 24 de julio en un canal en reparación de esta ciudad, que en principio fueron atribuidas al pintor Amedeo Modigliani, nacido en 1894 en Livorno y muerto en París en 1920. La tercera de estas esculturas (véase EL PAIS, 12 de septiembre) resulto ser también una falsificación realizada por cuatro estudiantes, que mostraron su autoría haciendo otra escultura de Modigliani ante las cámaras de la televisión italiana (RAI).

En una conferencia de prensa, que tuvo lugar en el despacho de su abogado, Angelo Froglia declaró que fue él quien esculpió las dos cabezas encontradas en un canal de Livorno, que los servicios municipales de la ciudad estaban entonces drenando, y añadió que las arrojó allí 10 días antes de que fueran encontradas.En la misma conferencia de prensa, que tuvo lugar en el domicilio de su abogado, Angelo Froglia declaró que su compañera, Clara Laterza, le había ayudado en su trabajo, y aseguró que está en condiciones de proporcionar pruebas de que él es realmente el autor de las dos esculturas.

Las dos obras fueron presentadas en Livorno en el marco de una exposición montada en el museo de arte de la ciudad. Dijo Froglia que filmó su trabajó en una cinta de vídeo que próximamente dará a conocer a la opinión pública.

Otra escultura, también atribuida por algunos expertos a Amedeo Modigliani, quienes insistieron que poseía el estilo inconfundible del artista, fue encontrada en el mismo canal. Este hecho conmocionó a los medios artísticos italianos, circunstancia que ha aumentado las proporciones del escándalo que ha causado el reciente y espectacular descubrimiento de su inautenticidad.

Estatuas cocidas

De la realización de esta última falsificación se hicieron responsables cuatro estudiantes italianos, tres de los cuales (Michele Ghelarducci, Pietro Luridiana y Francesco Ferrucci, mientras que el cuarto, Michele Genovese, se negó a ello) se prestaron a ofrecer a lo largo de una emisión televisada en directo por las cámaras de la televisión italiana la prueba de su autoría, ejecutando en sucesivos relevos, con precisión y rapidez, ante un notario, una copia de otra escultura de Modigliani, de 50 centímetros de altura, cuya autenticidad está fuera de dudas, pues fue esculpida y firma da por el famoso artista en 1911 y hoy se conserva en un museo de Washington.Por su parte, Angelo Froglia, que antes de trabajar en el puerto de Livorno intentó ganarse la vida como escultor, dijo que había hecho esta falsificación con piedras tomadas de la ciudad, y añadió que una vez realizadas las dos cabezas las "coció" con ácido muriático y otras sustancias que Modigliani no podría en ningún caso haber utilizado.

Mientras el autor de estas falsificaciones se daba. a conocer públicamente, la corporación municipal de Livorno, reunida en un tumultuoso pleno, discutió acaloradamente la que ya es conocida como la burla de Livorno. Durante este. debate surgieron duras críticas a la gestión del alcalde de la ciudad, exigiéndole su dimisión por haber respaldado los precitados juicios de los expertos que consideraron auténticas piezas estas falsificaciones.

Angelo Froglia afirmó en su conferencia de prensa que había hecho estas falsificaciones "no para echar en el foso las esculturas de Modigliani, sino para sacar a la superficie a los críticos poco serios".

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