Euskal Herría y los graneros

El martes día 4 apareció en EL PAIS una carta de un lector sobre el conflicto Navarra-resto de Euskadi. Este lector, más que tratar el tema, lo maltrataba. Yo, como navarro y lector del periódico, quisiera dar mi opinión y la de muchos navarros.Para ese amigo lector resulta que la cuestión Navarra-resto de Euskadi Sur es sólo cuestión de graneros. Según él, los habitantes de la actual comunidad autónoma vasca -cuyo lendakari es navarro- quieren invadir Navarra por ser ésta el futuro granero de Euskadi. Para empezar, le diré que yo soy navarro, y mi familia también, de Lizaso y de la Ribera, y, por tanto, vasco. Si entramos en cuestión lingüística debe saber que en los documentos antiguos, el eusquera o vascuence es llamado linguae navarrorum, lengua de los navarros, y que en Navarra se sigue hablando esta lengua, aunque cada vez menos, gracias a don Francisco y a los pseudosocialistas de hoy; que, y esto no me negará que es una prueba irrefutable, la mayor parte de la toponimia navarra es eusquérica (los, señores Aizpun, Urralburu, Arbeloa y Sasiain bien lo demuestran con sus apellidos).

No toda la región navarra es un granero, ni lo que hoy es la comunidad autónoma vasca es tan pobre y desgraciada como usted dice. Si el problema navarro fuera cuestión de graneros, ¿por qué los vascos reivindican también Iparralde (País Vasco-Francés), zona muy pobre y deprimida? Si es cuestión de graneros, ¿por qué los vascos no reivindicamos también La Rioja -muy rica en producción vinícola- y Cantabria -zona también bastante rica y extensa-?

Por último, si como dicen los señores del Partido Socialista navarro, antes Partido Socialista de Euskadi, PSOE y los de AP, la voluntad de los navarros es ampliamente contraria a la unión con el resto de Euskal Herría, ¿a qué viene ese miedo a convocar un referéndum? ¿Es que en una democracia también se amañan los resulta dos de los referendos.? ¿Acaso no es el referéndum la forma más clara de saber cuál es la voluntad del pueblo? Yo todavía no he tenido la posibilidad de expresar, de votar si o no a la unión con la CAV, a pesar de lo que diga Urralburu, Fraga y compañía.-