Jamenei conversa con Asad en Damasco sobre la guerra irano-iraquí

Sayed Alí Jamenel, presidente de la República Islámica de Irán, se entrevistó ayer en Damasco, por segunda vez en dos días, con el presidente sirio Hafez el Asad. La guerra irano-iraquí, que el próximo día 23 de septiembre cumplirá cuatro años, será el motivo central de las conversaciones, según manifestó el jueves el presidente Jamenei a la agencia oficial iraní, Irna, antes de partir hacia Damasco. Es la primera visita que un presidente del Irán revolucionario islámico realiza al extranjero.De acuerdo con las declaraciones del presidente de la República Islámica de Irán, ambos estadistas tratarán también sobre la situación creada alrededor del canal de Suez, recientemente minado. Dialogarán asimismo sobre la ocupación israelí del sur de Líbano.

Siria es el principal aliado de Irán en la zona, pese a compartir con Irak, enemigo de Irán en la guerra del Golfo, un régimen de cariz baasista, socialista panárabe. La alianza sirio-iraní se mantiene desde el origen de la guerra irano-iraquí, en septiembre de 1980. También Libia se alineó desde un principio con Teherán en su disputa con Bagdad, por lo cual los observadores no descartan que Jamenei y Asad hayan tratado sobre las repercusiones derivadas de la unión entre Libia y el régimen de Marruecos, decidida por el monarca alauita Hassan II y el líder libio Muamar el Gadafi en agosto.

Marruecos, por el contrario, se alineó frente a Irán en la contienda del Golfo, y en Teherán algunas fuentes recelan de que la alianza entre Trípoli y Rabat pueda preludiar un distanciamiento libio de Irán. Existe un contencioso latente aún entre los chiitas, religión mayoritaria en Irán, y el régimen de Gadafi, a raíz de la desaparición en Trípoli del imán Mussa Sadr, líder de los chiitas libaneses y amigo íntimo del imán Jomeini. El régimen libio niega tener relación alguna con aquella desaparición.