La plana mayor del episcopado brasileño apoya al teólogo Leonardo Boff, que hoy declara ante la Congregación de la Fe
La plana mayor del espiscopado brasileño estará hoy junto al teólogo franciscano Leonardo Boff, en el Vaticano, cuando éste acuda ante la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe para responder de sus escritos, considerados por la curia como peligrosos para la doctrina de la Iglesia católica. Boff leerá un documento de 50 páginas que no sólo ha sido aprobado por estos obispos y cardenales, sino que ha sido redactado, conjuntamente, según ha podido saber EL PAIS.
La cita es a las diez de la mañana de hoy a dos pasos de la plaza de San Pedro, en el oscuro edificio del ex Santo Oficio o tribunal de la Santa Inquisición, que hoy se llama, más simplemente, Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe. Se presentará como reo el fraile franciscano brasileño Leonardo Boff, conocido en todo el mundo por sus numerosos libros sobre teología, traducidos a las principales lenguas. Se le acusa de defender ideas "peligrosas" para toda la comunidad creyente. Su obra más recriminada es Iglesia: carisma y poder. El juez será el prefecto del ex Santo Oficio, el cardenal alemán Josep Ratzinger, hijo de un policía, teólogo famoso en los tiempos del Concilio. Un cardenal alto y delgado, ya de cabellos blancos. Le llaman el cardenal guapo.
El acusado es un franciscano que tiene sólo 45 años, pero el pelo también casi blanco. Latino al ciento por ciento. Irá vestido con su sayo de franciscano. Llevará en sus manos, junto con las 50 páginas que ha escrito como defensa a las acusaciones que se le hacen, un carpetón con más de 4.000 testimonios de solidaridad, llegados de medio mundo: cartas, telegramas, listas enteras de firmas que van desde cardenales y obispos -es tos últimos, más de 50- hasta magistrados, políticos, grupos de obreros, teólogos de docenas de universidades y hasta conmovedoras adhesiones de prostitutas bra sileñas. Ha habido un obispo de Haití que incluso recogió firmas en su diócesis en apoyo de este teólo go, a quien el mismo cardenal Ratzinger en sus cartas privadas le lla ma el "buen padre Boff" o también el "pío padre Boff".
Lo más curioso e importante de este proceso, que en el lenguaje moderno de Roma se llama coloquio, es que el teólogo recriminado no se presentará esta mañana sólo ante sus jueces. Le acompañarán, por lo menos hasta la puerta, el superior general de su orden, el presidente de la Conferencia Episcopal de Brasil, Ivo Lorscheiter, que es al mismo tiempo el presidente de la Comisión Doctrinal del Episcopado de Brasil; el cardenal arzobispo de Fortaleza, Aloisio Lorschider, porque es franciscano como él y le ha apoyado siempre, y, por fin, el impetuoso y valiente arzobispo de Sâo Paolo, cardenal Evaristo Arns, que ha llegado a Roma diciendo que viene para defender a su antiguo discípulo.
Se defenderá en español
A Boff se le ha permitido escoger el idioma en el que podrá defenderse. Ha elegido el español.En dicha lengua ha escrito su defensa y en ella responderá a las preguntas.
Hasta el último momento ha habido un forcejeo entre los prelados de Brasil presentes en Roma y la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe para poder asistir al coloquio. La congregación insistía hasta ayer noche eri que no era posible. Se hablaba de: que los cardenales brasileños querían apelar al Papa. Y es que en realidad lo que está en juego en este proceso -que se había anunciado como una simple "conversación amistosa", para después desmentirlono es tanto la ortodoxia de un teólogo como Boff, considerado, por otra parte, como uno de los teólogos de la liberación menos marxista y más ortodoxo, sino más bien todo lo que se está cociendo en la viva e inquieta Iglesia de Brasil. Una Iglesia que está buscando un modo nuevo de presentar el Evangelio a las clases oprimidas y a cuantos están luchando contra las injusticias estructurales de tantas partes del Tercer Mundo.
Por eso, la parte del episcopado brasileño más progresista considera que el ataque a Boff, que es su teólogo de mayor confianza, es en realidad un modo de golpear la acción pastoral de dicha Iglesia. Están convencidos de que no ha sido casual, como se ha querido dar a entender, el que este proceso siga sólo unos días a la dura condena hecha por el mismo ex Santo Oficio a la teología de la liberación. De hecho, Boff, que ha confirmado que nunca había pedido este diálogo en Roma, sino que se lo han impuesto, había indicado como fecha mejor el mes de octubre, y la resuesta de la congregación había sido tajante: tenía que ser el 7 de septiembre.
El escrito que leerá esta mañana ha sido no sólo aprobado por los obispos y cardenales brasileños que lo sostienen, sino que, en realidad, ha sido en parte redactado conjuntamente. El mismo cardenal Arris ha afirmado que dicha defensa es irrefutable y que él mismo la ha traducido al alemán para que la pueda entender mejor el cardenal Ratzinger.
Fichado a los 27 años
En realidad, el ex Santo Oficio ya se había interesado por Boff cuando éste tenía nada menos que sólo 27 años. De hecho, su ficha en la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe lleva el número 2.012/67. Sin embargo, la primera carta oficial de dicha congregación la recibió el teólogo brasileño el 19 de mayo de 1975. Desde entonces empieza el tira y afloja entre Roma y Brasil.Además Boff no es sólo una persona, es una familia entera, ya que su hermano Ludovis es también teólogo y religioso y su hermana María Lina es monja. Los tres trabajan muy unidos entre los más pobres, y en la lucha por la defensa de una imagen de Iglesia para América Latina no romanizada, los tres siguen contentos dentro de la Iglesia y de sus respectivas,órdenes; los tres han venido a Roma.
Lo que al parecer más duele al Vaticano de todos los escritos de Boff es lo que se refiere a las críticas -en verdad, muy duras- que hace en su último libro a las instituciones jerárquicas y de poder de la Iglesia. Boff se defenderá diciendo que los santos antiguos, desde san Agustín a san Bernardo o al dulce san Antonio de Padua, habían usado palabras de fuego contra la curia romana y sus prelados. El mismo san Pedro Damián llamaba al Papa, dirá hoy Boff, "pío satanás".
Pero el problema es más de fondo. A Boff se le ha negado hacer el coloquio en Brasil, como se le había permitido a Gustavo Gutiérrez hacerlo en mayo pasado en Lima, aunque ahora se le ha citado tlambién al Vaticano. Roma ha temido que si este proceso se hacía en Brasil, Boff hubiese acabado plenamente absuelto por sus mismos obispos, y es que teme más que nada el apoyo que a Boff le está dando la parte más viva de la jerarquía de su país.
En los oficios de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, a fray Leonardo se le llama "señor Boff". Él en sus cartas a Roma firma en latín: "frater teologus minor peccator". En realidad, dice Boff, "para Roma soy sólo un teólogo de 'periferia' y ya 'condenado'.
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