Expertos en derecho internacional desaconsejan la entrega a Marruecos del barco alicantino

La entrega a las autoridades Agadir (Marruecos), aconsejada por el Gobierno español, del buque arrastrero alicantino Santa Teresa de Jesús, actualmente anclado en el puerto de Naos (Lanzarote), sería una medida suicida y demasiado arriesgada, según señaló ayer a este periódico el catedrático de Derecho Internacional de la universidad de La Laguna, Eloy Rulloba. En su opinión, las autoridades marroquíes podrían acusar al pesquero de un delito de piratería, que es castigado con penas graves.Asimismo, Manuel Medina Ortega, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados, afirmó que nadie puede garantizar el destino de los pescadores españoles si éstos se someten a la jurisdicción marroquí. "Es muy difícil que los Gobiernos, español y marroquí puedan llegar a un acuerdo para salvaguardar la seguridad de los tripulantes del barco, ya que en este caso prevalece la independencia del Poder Judicial".

Entrentanto, el abogado y diputado regional del Centro Democrático y Social, Lorenzo Olarte ha influido en las últimas horas en el patrón del pesquero, Juan Bautista Sanz, para hacerle cambiar de opinión sobre su marcha a Marruecos. Según Olarte, el patrón ha desistido de su intención de trasladarse a Agadir al tomar conciencia de los riesgos a que se expone y los derechos que le otorga la Constitución española, cuyo artículo 19 indica que los españoles tienen "derecho a entrar y salir libre mente de España en los términos que la ley establece. Este derecho no podrá ser limitado por motivos políticos o ideológicos".

Fuertes presiones

El diputado regional asegura que el patrón ha sido sometido, desde su llegada a Lanzarote, a fuertes presiones desde diversas instancias para que se entregue a las autoridades marroquíes. "A mí me consta que cuando se le leyó, por primera vez, el télex recibido en la Ayudantía de Marina de Lanzarote, dicho texto estaba redactado en términos de orden", dijo. Además, Olarte afirma que "un armador de Lanzarote amenazó ayer a Juan B autista con que si no llevaba su barco a Agadir, lo haría en su lugar un remolcador español". Los empresarios sardineros de la isla, cuyos barcos operan en el banco marroquí, mostraron, desde el principio especial interés en que: el conflictivo buque viajara al eitado puerto africano. Así se lo solicitaron al director general de Pesca en los primeros momentos del contencioso.El diputado socialista Manuel Medina, que reconoce ignorar la tipificación que aplicará el Gobierno marroquí al incidente ocurrido con sus dos militares -el teniente Rhanemi Abdallahk, de 28 años, y el soldado Lahbili Abdekrin, de 25-, señala que "el Gobierno español no puede obligar al barco a dirigirse a Agadir", y añade: "Sólo le ha autorizado a hacerlo, ya que las autoridades de nuestro país no pueden exigir que sus nacionales se entreguen a una potencia extranjera". Adernás, declara que Marruecos no puede, ni siquiera esgrimiendo el acuerdo bilateral de pesca, pretender el retorno del barco, porque éste se encuentra en territorio español.