Ratificada la sanción a una maestra que acusó de anticatalanistas a otros profesores

La Magistratura de Trabajo de Barcelona ha ratificado una sanción impuesta a finales del pasado curso escolar por la dirección del colegio del Sagrado Corazón de Jesús, de Barcelona, a una profesora de catalán, Margarida Valls, "por hablar despectivamente de los compañeros profesores del mismo centro". La maestra hizo las manifestaciones en cuestión ante un grupo de alumnos de cuarto curso de Educación General Básica, y trató a sus compañeros de "incompetentes, anticatalanistas y, en un caso, de botiflers (traidores a Cataluña)".Margarida Valls fue sancionada con autora de una "falta muy grave" por la dirección del centro, a raíz de las palabras que pronunció ante sus alumnos después de serle denegado el permiso para realizar una visita cultural colectiva a la tradicional feria de Sant Pong de Barcelona.

Pese a ratificar la sanción, Magistratura ha rebajado la calificación de la misma a "menos grave". Según el rector de este centro docente dependiente de los jesuítas, Josep María Torelló, la maestra, "a la que consideramos una excelente profesora", se puso nerviosa y despotricó contra la dirección y contra sus colegas.

El incidente

Un compañero de la maestra sancionada manifestó ayer que el pasado 9 de mayo hubo una reunión de profesores de cuarto curso del centro, en el que se imparte la enseñanza en grupos diferentes de catalanohablantes y castellanohablantes, en la que los profesores de castellano se negaron a realizar la visita a la feria de Sant Ponc, argumentando que se producían grandes aglomeraciones de público que hacían imposible realizar la salida con un grupo numeroso de alumnos en condiciones normales.Ante esta situación, el coordinador decidió denegar el permiso para la visita. Los alumnos de uno de los cursos protestaron airadamente por la decisión, e impidieron que uno de los encargados de curso pudiera dar las clases con normalidad. El coordinador, Lluís Riem tras reunirse por la tarde con los alumnos para investigar los motivos de su reacción, les castigó.

Al día siguiente, el director, en una reunión en la que estuvieron presentes Margarida Valls y dos coordinadores, notificó a la profesora que se le imponía una sanción por falta muy grave, por hablar despectivamente de sus compañeros y por predisponer a los alumnos en contra de sus profesores.

En el escrito se acusaba a la profesora de explicitar en clase "posturas políticas concretas, despreciando las otras, y apasionando en una determinada tendencia política a niños y niñas de nueve años", lo que, según la dirección del centro, ponía en peligro la convivencia en la escuela.

El rector del colegio del Sagrado Corazón, Josep María Torelló, declaró ayer a este diario que la sanción impuesta a la maestra era "puramente disciplinaria", y que, antes de la celebración de la vista en la Magistratura del Trabajo, el martes, "en tres ocasiones hemos intentado llegar a una conciliación a la que ella no ha accedido".