El patrón del 'Santa Teresa de Jesús' busca una nueva tripulación para someterse en Agadir a la justicia marroquí

Juan Bautista Sanz, patrón del pesquero alicantino Santa Teresa de Jesús, anunció anoche que el barco se hará a la mar probablemente hoy rumbo al puerto de Agadir, aunque la tripulación se había negado a marchar a Marruecos por temor a posibles represalias de las autoridades de este país. El patrón realizaba ayer gestiones para encontrar una nueva tripulación con la que realizar el viaje. El pesquero había arribado a Arrecife (Lanzarote) en la madrugada del lunes pasado, Nevando a bordo dos militares marroquíes que le habían ordenado dirigirse al puerto marroquí, acusándoles de faenar ilegalmente. Las autoridades de Marruecos aceptan la explicación de que el pesquero se desvió sólo para repostar combustible.

Desde que se recibieron las instrucciones del Ministerio de Defensa para que el pesquero viajara a Agadir, en la noche del martes, nueve de los 10 tripulantes del arrastrero alicantino, con la sola excepción del patrón, hijo del armador, se han opuesto tajantemente por temor a viajar a Marruecos. Sólo la voluntad del patrón de cumplir con lo ordenado hace pensar que hoy pueda hacerse a la mar el barco.Fuentes de los armadores indicaron a este periódico que de persistir la negativa de los tripulantes del Santa Teresa de Jesús para conducir el barco a Agadir se necesitarían como mínimo cuatro personas. Fuentes sindicales señalaron que la contratación de otros tripulantes ofrecía algunas dificultades, ya que era previsible el boicoteo de los pescadores, que ayer, precisamente, pusieron fin a una huelga en el sector.

"Ha sido una temeridad, aunque justificable por la falta de combustible", indicó el patrón mayor de la cofradía de San Ginés de Lanzarote, Salvador Toledo. "Si las cosas se llevan bien ahora y el barco regresa a puerto podrían evitarse mayores complicaciones", añadió. Según dijo la flota vería con buenos ojos" que el tema se cerrara con el Santa Teresa de Jesús en Agadir

Por su parte, Juan Betancor portavoz de los armadores lanzaroteños, indicó que "no hay que darle más vueltas; el barco debe viajar a Agadir, someterse a un proceso verbal y abonar la multa, que no será superior a 300.000 pesetas, según creemos". No descartó que este incidente pueda causar roces con las autoridades marroquíes.

El vicecónsul de Marruecos en Las Palmas declaró a este periódico que el barco deberá volver a Agadir sin ningún temor. "Pagarán la multa y no pasará nada", dijo, añadiendo que los militares marroquíes deberán viajar a su país en el pesquero y no por avión. Por su parte, el consignatario del barco, Matías García Elías, insistió ayer en que el pesquero estaba dispuesto desde un principio a dirigirse a Agadir, cumpliendo las órdenes dados por los militares marroquíes a la altura de Punta Stafford, pero la falta del combustible necesario aconsejó repostar en Lanzarote mientras los militares marroquíes descansaban por haberse mareado tras comer a bordo.

El ambiente que ha rodeado al Santa Teresa de Jesús, anclado en el puerto de Arrecife, se ha hecho cada vez más tenso. Desde que, en la madrugada del martes, los merineros alicantinos se negaron a salir hacia Agadir, pescadores de otras embarcaciones presentes en el puerto alentaron su postura, según informa desde Arrecife de Lanzarote nuestra corresponsal en Las Palmas, Victoria Sanabria.

Las autoridades portuarias de Agadir afirmaban ayer que entendían la necesidad del desvío a Lanzarote por falta de carburante, como ha argumentado el patrón del barco, según informa nuestro corresponsal en Rabat, Domingo del Pino. Lo que parece preocupar a las autoridades marítimas marroquíes es la tardanza en regresar del oficial y del soldado marroquíes, aunque estas aceptan que el retraso se debe a los problemas surgidos posteriormente, cuando la Marina española decidió abrir una investigación y los tripulantes se negaron posteriormente a seguir hacia Marruecos. Esta tesis era recogida ayer tarde también en una nota, de la agencia oficial marroquí MAP, que se hacía eco también de la protesta del Ministerio deAsuntos Exteriores de su país por el "comportamiento ilegal" del Santa Teresa.