Más de la mitad del ahorro previsto en las futuras pensiones procederá de las de invalidez, viudedad y orfandad

Casi la mitad de los 37.091 millones de pesetas anuales que el Gobierno prevé ahorrar en los cerca de 460.000 nuevos pensionistas -es decir, una media de 80.000 pesetas por pensión- procederán de la reducción de gastos para prestaciones por invalidez. Con el propósito de que los futuros jubilados sufran los mínimos recortes posibles sobre los niveles que les atribuye la actual legislación, también se proyectan disminuciones en viudedad y orfandad.

El Gobierno pretende que la nueva ley de prestaciones, orientada a permitir estos y otros ahorros, entre en vigor el próximo año, pese a que una de las tres alternativas ofrecidas a patronal y sindicatos el pasado lunes sugiere la posibilidad de aplazarla a 1986. Previamente, se ha puesto de acuerdo sobre el ahorro perseguido para afrontar los problemas financieros de la Seguridad Social mediante la nueva ley de prestaciones: 66.442 millones de pesetas el primer año, frente a los 100.000 preconizados desde el Ministerio de Economía.Las dos primeras contemplan la aplicación de la ley desde 1985 y la tercera desde 1986, lo que supondría dejar de reducir gastos por valor de 66.442 millones, de ellos 37.091 en pensiones y 29.351 en otras prestaciones, principalmente ayudas a la familia, que a cambio se beneficiará de mayores reducciones fiscales. Sin embargo, los portavoces gubernamentales en las negociaciones tratarán de sacar adelante la segunda opción: aplicar la futura ley desde 1985, para lo cual se considera suficiente que sea aprobada por las Cortes antes de la primavera próxima.

Esta solución contará con la ventaja de que puede arbitrar una vía intermedia entre las posiciones mostradas por la patronal CEOE (bajar los tipos de cotización, reformar desde ya la Seguridad Social) y la UGT (mantener el porcentaje de gastos, no aumentar las cotizaciones para no perjudicar el empleo y despejar las incertidumbres sobre el poder adquisitivo de "los actuales" pensionistas). La mayoría de las reivindicaciones de CC OO (elevar los gastos de 1985 en 1,40.000 millones de pesetas, mantener el poder adquisitivo de los pensionistas, bajar la jubilación de 65 a 64 años, no degradar la asistencia social ni la sanitaria y garantizar los derechos adquiridos a futuros pensionistas) se sitúan fuera de los planteamientos que llevará el Gobierno a la mesa, según fuentes informadas.

Una ley contra el fraude

Aunque parece descartado que el texto del anteproyecto de ley de nuevas prestaciones sea llevado a la mesa -al parecer, sólo lo tienen varios miembros del Gobierno-, existe la intención de defenderlo como una ley contra el fraude. En un doble sentido: extender la idea de que los Gobiernos anteriores cometieron el engaño de basar unas esperanzas de pensión en un sistema en quiebra y combatir el fraude en las prestaciones.Cerca de la mitad del ahorro en pensiones, según portavoces de la Administración, saldrá el primer año de medidas para reducir el número y la cuantía de las pensiones de invalidez, percibidas por 1,4 millones de personas y que se han triplicado en diez años. Porque gozan de ventajas respecto a las de jubilación -están exentas del impuesto sobre la renta, su cálculo sobre los salarios del último año da lugar a corruptelas y algunas pueden cobrarse con sólo haber cotizado durante cinco años-, han crecido a tasas anuales entre el 13% y el 9%, muy superiores al 2% de las de jubilación, si bien las medidas tomadas en este año han desacelerado la tasa hasta el 4%. La ley propugna estabilizar su número, pues en otro caso alcanzarían los 2,5 millones en 1993.

Para congelar su crecimiento, las condiciones de acceso a invalidez serán acercadas a las de jubilación, que exigen como condición haber cotizado diez años, tiempo que a su vez la nueva ley ampliará. Además será reforzado el control del último decreto de junio y serán refundidas las figuras de incapacidad laboral transitoria (ausencias al trabajo por enfermedad) e incapacidad temporal permanente, al tiempo que los 6 años requeridos para pasw de ésta última a invalidez perriariente serán reducidos.

Asimismo, en las pensiones de viudedad, orfandad y favores familiares serán evitadas las situaciones de concurrencia, habrá una nueva escala en función del tiempo de cotización y serán vigiladas las incompatibilidades.

Pese a estos ahorros, en las pensiones de jubilación también se ampliará la exigencia de tiempo cotizado, se creará una nueva essicala y se alargará el tiempo de elección de base.