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41ª Mostra de Cine de Venecia

Las películas de Saura y Camino, acogidas moderadamente por la crítica

Mientras el escándalo, con muchos silbidos y pocos aplausos, acompaña a Marco Ferreri y su Il futuro é donna, Carlos Saura y Jaime Camino han logrado una acogida moderadamente favorable. La Prensa italiana, cuando habla de El balcón abierto, lo hace para señalar la habilidad de Camino para "excluir oportunamente los versos más conocidos y evitar visualizar la muerte de Ignacio Sánchez Mejías con su reloj en las cinco de la tarde" y celebrar que los encuadres, siempre muy trabajados, siempre muy bellos, siempre en el límite del kitsch, sin caer nunca en él, sirvan para dar coherencia a un discurso". La reacción ante Los zancos aún no se ha traducido en letra impresa, pero parece existir un amplio consenso por el cual el filme es visto como un hermosa y bien acabada obra menor.

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Dos concepciones de la desmesura

El cine de Carlos Saura, que durante años funcionó como la otra cara de la España oficial, con sus grandes construcciones simbólicas, a través de las cuales se nos proponía una lectura de la vida del país, ha ido evolucionando en dos direcciones. Por un lado, encontramos sus espectáculos musicales; por otro, una serie de títulos que procuran crear personajes y sentimientos reales, en los que los símbolos van desapareciendo. En ciertos casos, como en Deprisa, depisa, el resultado de esta segunda vía ha sido excelente; en otros, ha decepcionado, sobre todo cuando se ha querido entretejer la historia con mayúsculas con la de todos los días, léase Antonieta.En Los zancos, el arranque de la película parece retrotraernos a un cine de hace más de 10 años, a aquellas ficciones pobladas de fantasmas y saltos de tiempo. Luego, el presente se adecua a la ficción y el cineasta dibuja con sutileza, ternura y exactitud las ilusiones y dramas de un viudo cincuentón -Fernando Fernán Gómez- que se enamora de una jovencita -Laura del Sol.

La fascinación que la chica y los jóvenes actores con los que ella trabaja, calzándose esos zancos que dan pie al título, ejercen sobre Fernán Gómez es un poco la del creador veterano que conoce todos los trucos del oficio y los límites de su maestría, y se deja encandilar por la espontaneidad de quien descubre el mundo y vive por primera vez ciertas cosas. A Fernando Fernán Gómez, de pronto, le parece que vuelve a ser joven, y ese espejismo de enamorado se mantendrá en buena parte del filme.

Carlos Saura habla de su película como el resultado "de mi deseo de volver a los orígenes, a aquel cine intimista, personal. Los zancos pertenece a esa clase de filmes, retorna un universo cerrado en el que me siento a gusto, con muy pocos personajes, que me son muy próximos, y con mis amigos, con los que he compartido los sentimientos que más me importan". O dicho de otra manera: quizá lo que Carlos Saura quiere es también escapar al éxito internacional de Bodas de sangre y Carmen, a ese cliché de director de prestigio adecuado para la exportación.

El escándalo Ferreri

Visto que Il futuro é donna ha decepcionado, Marco Ferreri decidió animar la sesión montando una conferencia de prensa provocadora, en la que insultó a los que le silbaban y ridiculizó a los que decían no entenderle: "Es inútil, contigo ya hablamos anoche, y si lo que pasa es que se te ha roto el magnetofón, no es mi culpa. Consíguete uno nuevo...".Lo cierto es que la película no gustó, pero eso se debe también al carácter de guru que Ferreri tiene para la Prensa italiana, que espera que cada nueva película del director de El pisito sea algo así como La grande bouffe o La derniere femme.

Il futuro é donna tiene el inconveniente de que es la enésima vez que Ferreri aborda el tema de cómo se están modificando las relaciones entre hombres y mujeres en el mundo actual. La acción transcurre en un futuro inmediato, un poco para reforzar el tono profético de la fábula, un poco para poder servirse de la contemporaneidad. Y eso sí está bien en el filme, una imagen arquitectónica y urbanística, fabricada con retazos de distintas ciudades, desde Milán a Palermo.

Visualmente, Il futuro é donna tiene un gran atractivo y resulta innovadora y fresca, que es lo que no ocurre con las argumentaciones dramáticas y filosóficas de la película, que se resienten de ya haber transitado por varias otras ficciones, de estar degradadas por un uso que las ha reducido al mayor de los esquemáticos.

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