El curioso caso del Banco Condal
( ... ) La decisión de desmantelar el Banco Condal y repartir sus agencias y su personal entre las instituciones que forman eí pool adquirente, al no tener precedentes en la moderna historia bancaria española, ha llevado en este tema a un improvisar cada día del que han resultado perjudicados bastantes clientes. Así, a algunos de ellos no se les comunicó la desaparición del Condal y se han encontrado con el hecho consumado del trasvase de sus cuentas a otra entidad bancaria al personarse en sus oficinas. Otros problemas se plantean con el uso de las tarjetas de crédito, de las que es responsable el banco emisor, en este caso el Condal, y también con las cajas de seguridad.No todos los clientes resultarán, sin embargo, perjudicados. Los bancos que se han repartido la red de agencias del Condal han limpiado a los clientes morosos o menos interesantes y traspasado sus deudas al Banco de Huelva, que actúa de camión escoba de la operación de reprivatización de la división bancaria de Rumasa. Dado que se espera que el Estado se responsabilice,finalmente de la operación escoba y haga frente al previsible agujero final del Banco de Huelva, esas deudas podrían finalmente ir a dormir el sueño de los justos.
También los trabajadores del Condal se han visto sometidos al baile del reparto de las oficinas y algunos de ellos esperan todavía conocer cuál va a ser su destino final.
El interés de las autoridades económicas por enterrar lo más rápidamente posible el cadáver de Rumasa y el paralelo interés de la banca privada por evitar cualquier tentación estatalizadora de alguno de los florones del imperio bancario rumasiano han llevado a las prisas, y con ellas a improvisaciones como éstas del Banco Condal. El proceso de reprivatización de Rumasa, a no dudarlo, seguirá ofreciéndonos nuevos motivos para el comentario.
, 29 de agosto
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.