_
_
_
_
_
LA LIDIA / SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES

Un puyazo en su sitio

Un picador, que paga Yiyo, le puso al sexto toro un puyazo en su sitio. Algunos intentaron bajar a darle un beso en la boca. Hubo que retenerles a la fuerza, porque no es reglamentario. Las efusiones con un picador cuando está en el ruedo, sobre el percherón, bajo el castoreño y a la faena, no son procedentes.Un puyazo en su sitio muchos bienes reporta, principalmente al toro, como es lógico, pero al torero también. Los banderilleros pudieron ganarle la cara fácilmente, sin que les tirara los pitones al flequillo, y Yiyo pudo apreciar cómo le llegaba a la muleta ahormado, ligero, empujando con el riñón todo el esqueleto para meter la cabezada humilladito.

El toreo, en estas circunstancias, se producía fácil. También era preciso añadir arte, que es otra cuestión. Yiyo lo añadía, a su manera. Yiyo estuvo más inspirado que hace cuatro días en Bilbao. Su otro toro también había sido noble. A ambos los toreó con gusto en el marco de unas faenas muy bien construídas técnicamente. Las basó en el natural y el derechazo, como es costumbre, lo que no impedía que las ilustrara con suertes variadas, todas ellas del más irreprochable clasicismo. Los pases de pecho, perfectamente ligados, que ejecutó en el sexto, tuvieron especial hondura, y hubo algunos, de esos cuya salida se marca al hombro contrario, que resultaron de sensación.

Plaza de San Sebastián de los Reyes

28 de agosto. Primera corrida de feria.Toros de Jesús Trilla, terciados, flojos y manejables. Curro Vázquez. Estocada trasera y descabello (silencio). Media atravesada (algunos pitos). Niño de la Capea. Media estocada caída (silencio). Metisaca por un costado (aplausos). Yiyo. Estocada caída (oreja). Pinchazo hondo caído, estocada caída y tres descabellos (vuelta).

La corrida, en general, era de agradable presencia. Cornicorta toda ella -salvo el quinto-, terciada, justita de fuerzas, aunque decorosa, pues la plaza es de tercera categoría y no exige mayores trapíos. Fue muy distinta a lo que salió al ruedo en la feria del año pasado, que constituyó un fraude de toritos desmochados e inválidos. Manejable en conjunto, los espadas dieron con ella la medida de sus capacidades.

Curro Vázquez, a quien correspondieron los dos toros de menor recorrido, la dio baja, pues tenía de veraneo a las musas. En cambio la dio puntual y exacta Niño de la Capea, el cual hizo de Niño de la Capea con mucha propiedad toda la tarde, hasta su faena al quinto toro, en la que redujo velocidad, se relajó, y llegó a interpretarla con temple y cadencia. Sin embargo mataba de puñalá. O más bien remataba, pues el toro ya venía desollado y moribundo de los dos barrenazos espina dorsal atrás que le había pegado Salitas, capitán de la tropa acorazada de picar. A éste nadie pretendía darle un beso en la boca; más bien ocurrió todo lo contrario.

Banderillero herido muy grave

Paco Domínguez, banderillero de la cuadrilla de Morenito de Jaén, sufrió dos cornadas de pronóstico muy grave en la corrida celebrada ayer en Linares. Ambas son en el muslo derecho, y una de ellas, de 30 centímetros, llega al triángulo de escarpa, lesionando el paquete vásculo-nervioso. La cogida se produjo durante la lidia del tercer toro, de la ganadería de Santiago Martín El Viti.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_