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Escasa acogida de las prostitutas al plan municipal contra enfermedades venéreas

Las prostitutas se resisten a ser controladas sanitariamente por parte de la administración municipal porque descofían del uso que pueda hacerse de sus datos de identificación, según ha comprobado el equipo del Centro de Promoción de la Salud (CPS) del distrito de Centro, de Madrid, que inició el pasado abril un programa preventivo de enfermedades venéreas. Según otras fuentes, las prostitutas están influidas también por la presión que ejercen sobre ellas los grupos mafiosos de la prostitución organizada, para evitar que las instituciones penetren en el mundo de este hermético comercio.

No existen criterios unificados sobre las causas del aumento de las enfermedades de transmisión sexual en Madrid. La doctora Concha Colomo, dermatovenereóloga y miembro del equipo del Centro de Promoción de la Salud (CPS) del distrito Centro, de Madrid, donde se lleva a cabo un programa, de prevención de dichas enfermedades, promovido por el ayuntamiento, se muestra de acuerdo con una estimación bastante común entre numerosos expertos sanitarios sobre las principales causas: "El desuso del preservativo, el aumento de la promiscuidad sexual y la resistencia de algunos gérmenes a determinados antibióticos".El plan del Ayuntamiento de Madrid para la prevención de dichas enfermedades atiende a los sectores de población calificados de más alto riesgo: prostitutas, homosexuales y toxicómanos. "En la prostitución femenina hay dos clases perfectamente diferenciadas sanitariamente", precisa Concha Colomo. "Una, en la que cabe englobar a las profesionales, que lleva un control estricto con médicos privados, generalmente, y otra, que no se sujeta a ningún control sanitario y que constituye el principal vehículo de estas enfermedades".

La escasez de casos vistos -menos de 50, entre mujeres y hombres- en el curso del citado programa no permite al equipo responsable hacer aún una evaluación rigurosa de la situación en Madrid.

Este plan preventivo piloto se realiza sobre el distrito de Centro, uno de los de mayor índice de prostitución de Madrid. Fue iniciado con un dispositivo social (divulgación y acercamiento a los sectores -a tratar), pero hasta el mes de mayo no entró en funcionamiento el utillaje clínico. El equipo profesional está formado por la citada. doctora y dos asistentes sociales, con quienes colabora todo el personal del CPS.

"Practicamos unas pruebas clínicas que se envían para su análisis a centros especializados", informa la doctora Colomo. En los casos en que los resultados indican la presencia de una enfermedad, "se les pone el tratamiento adecuado y se les marcan unos controles periódicos". En todo caso, se aconseja un control cada tres meses "aunque no tengan síntomas".

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Temor a las denuncias

En los cinco meses transcurridos, unas 40 prostitutas y media docena de homosexuales se han sometido al control. "Las prostitutas tienen miedo a ser denunciadas a la policía. Temen que los datos que aquí se les toman para hacer la historia clínica, como a todo el mundo, sean utilizados policialmente en su contra", declara Amparo Comas, asistente social. "La captación", explica, "no ha sido directa por nuestra parte, sino, principalmente, entre ellas, de una amiga a otra. Desconfían, cuesta mucho establecer relación".Tan sólo dos prostitutas han acudido al centro impulsadas por los folletos repartidos en los locales del distrito directa o indirectamente relacionados con la prostitución.

"En otros casos", añade la doctora, "han llegado a través del pediatra. Vienen al centro con el niño a ver al padiatra y, como muchas prostitutas suelen dejar a sus hijos al ciudado de amigas, los niños están sin escolarizar. En alguno de estos casos, el pediatra nos las remite a las asistentes sociales, y es entonces cuando intentamos que ellas se ajusten al control sanitario".

Las autoridades sanitarias municipales tiene la sospecha de que grupos mafiosos que controlan un amplio sector de la prostitución madrileña presionan a sus protegidas para que no respondan a la llamada preventiva del Ayuntamiento de Madrid. Esta idea "está fundada en indicios que nos han sido facilitados", apunta Manuel Mella, responsable del área de Salud de la corporación municipal madrileña. A tales grupos, sobre los que el concejal evita ampliar más información, "no les interesa que la Administración pública, por cualquier conducto, se aproxime al mundo de la prostitución", explica Mella.

Los datos que obran en poder del Ayuntamiento de Madrid señalan que hay un gran número de prostitutas extranjeras, principalmente de nacionalidad portuguesa, que se encuentran en Madrid de forma clandestina por lo que son fácil objeto de presión por parte de los chulos para quienes trabajan.

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