Las autoridades alemanas investigan la muerte de un joven español en una comisaría de la RFA
Antonio de los Santos, un joven español de 21 años, detenido por su participación en el robo de un coche, falleció en la madrugada del pasado 12 de julio en la Jefatura Superior de Policía de Ludwigshafen, en la República Federal de Alemania (RFA), aparentemente a causa de un ataque de asma. Los padres del joven, emigrantes en la RFA desde hace 23 años, han presentado una demanda que ha obligado a la fiscalía de Ludwigshafen a abrir una investigación sobre los posibles culpables de la muerte de Antonio.
El padre de Antonio está convencido de que "le dejaron morir como si fuera un perro. Aquí, con los extranjeros ya sabe usted lo que pasa", y añade que la noticia de la muerte de su hijo fue comunicada con la frase de "Pueden ir a ver el fiambre". En la noche del 11 de julio, Antonio se encontró en Francfort -donde vivía con una chica alemana, con la que tenía un hijo de cinco años- con su amigo Franco, hijo de italiano y alemana, de 19 años.Los dos jóvenes entraron en contacto telefónico, a las once de la noche del pasado 10 de julio, con otra persona que les quería comprar un auto robado. Se pusieron de acuerdo para entregarlo en una estación de servicio de la autopista, en las proximidades de Darmstadt. Todo esto se acordó en Francfort entre los dos jóvenes y otras tres personas. Franco está convencido de que "dos eran policías que habían detenido al otro y le convencieron para que actuara como cebo para nosotros". Antonio y su amigo robaron un Golf GTI, que, con Franco al volante, fue llevado a la estación de servicio acordada. Antonio siguió detrás en un coche alquilado.
Nada más llegar a la estación de servicio, a las cuatro de la madrugada del día 11, fueron rodeados por unos seis policías que les esperaban y les gritaron "Manos arriba". Franco explica que no fueron maltratados, pero los policías se burlaron de él cuando pidió hablar con un ahogado. Los policías encontraron una pistola de salvas en el automóvil, y uno de ellos dijo: "Por eso teníamos que romperos la cara. Ya veréis".
Asistencia médica
En el transcurso del día fueron trasladados a la Jefatura Superior de Policía de Ludwigshafen, donde Antonio fue esposado y así le metieron en la celda. Según la policía de Ludwigshafen, Antonio se quejó de ahogos provocados por el asma, y los policías llamaron a un médico de urgencia. Llegó una médica, que le puso una inyección y certificó que estaba en condiciones de permanecer encarcelado.El portavoz policial declaró a este periódico que durante todo el tiempo entre la celda de Antonio y el puesto de guardia había contacto a través de un altavoz. Hacia las 2.55 horas del 12 de julio, el detenido volvió a sentirse mal y pidió auxilio. La policía llamó de nuevo a la médica de urgencia, que se presentó en la jefatura. El joven falleció durante el reconocimiento médico.
La autopsia primera constató que no había signos externos de violencia y la causa de la muerte fue un ataque de asma. Los pulmones del joven aparecieron llenos de mucosidad. La policía opina que la médica actuó correctamente, pero la familia De los Santos, ante la circunstancia de la muerte de su hijo en una comisaría, acudió a un abogado de Francfrt, que ha pedido una reapertura del caso para investigar si la muerte se produjo por imprudencia o error médico.
El padre de Antonio nació en Ceuta, y su esposa, en Tetuán, tienen otros cuatro hijos y trabajan desde hace 23 años en Francfort, donde el 20 de agosto de 1962 nació Antonio. El padre dijo que a su hijo no le faltaba nada, y lo ocurrido con el robo del coche "fue una mala hora que le dio. Tenía mucho temperamento y se puso nervioso". El emigrante español cree que la muerte de su hijo se produjo porque la policía le quitó el inhalador con la medicina contra el asma y por "dejarlo encerrado de mala manera en una celda".
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