La fiesta toca fondo

ENVIADO ESPECIALTan mal han puesto la fiesta, que ya ha tocado fondo. Bilbao no tiene la culpa. Bilbao, que conoce este año la feria taurina peor de su historia, es sólo escenario, o quizá picota, donde falsas figuras del toreo exhiben todas las dimensiones de su incompetencia.

La incompetencia no es únicamente de las falsas figuras sino del taurismo en corporación. Hay que ser incompetentes en grado superlativo para consentir que se lidien en una de las más importantes ferias de la temporada, como es la de Bilbao, toros tan escasos de trapío, tan descastados y tan desvergonzadamente mochos como los de ayer. Hay que ser incompetentes en grado superlativo, para consentir que los picadores se apoderen del mando de la lidia y la destrocen aniquilando a los toros con auténtica barbarie carnicera. Hay que ser incompetentes en grado superlativo para consentir que otros subalternos conviertan el tercio de banderillas en un sainete, da lo mismo que el sujeto a banderillear sea un borrego tulli do, como ayer en Bilbao.Nadie brega con técnica ' nadie se preocupa de colocar en suerte los toros ante el caballo, nadie pone orden en la lidia, nadie torea. En cuanto va de feria, los únicos muletazos toreros los dio el viernes último Antoñete -tres-, y las únicas verónicas decorosas, ayer Julio Robles -otras tres y mediaReaparecía Palomo, que ofreció una versión hortera del unipase Con su primero, ni eso. Al otro que era un borrego aplomado, le ahogó la embestida, empalmó pases de pecho, tiró los trastos y se le agarró al manillar. El manillar estaba desflecado, casi ni existía: alguien lo debió podar, no se sabe si con hacha o con sierra mecánica.Manzanares asumió asimismo el unipase, al ritmo de jota. Mientras el quinto borrego sesteaba bucólicamente, Manzanares le bailaba la jota aragonesa, sin ningún

miramiento. Al segundo le cató el talante y cuando pudo comprobar que tenía lejanos asomos de viveza, le acometió una duda metafisica, otra cartesiana y resolvió no

bailar nada.

El tercer toro embestía acabestrado, lo cual planteaba un importante problema zootécnico. ' Toro de lidia, no era; cabestro tampoco pues los cabestros no padrean. Quizá fuera cabestro in vitro; podría ser, porque los ganaderos están siempre a la última. Julio Robles lo despachó con brevedad tras perseguirle a estacazos por todo el ruedo. E.1 sexto estaba absolutamente inválido y el sobrero que le sustituyó, con hechuras de corraleado, tiraba gañafones. Robles le consintió y obligó con mucho pundonor, en realidad con la vergüenza torera que debería ser común en los de su oficio.

Toreros con vergúenza torera, como Julio Robles ayer, corren el riesgo de quedarse en el paro, porque en el orden taurino que impera sólo caben la pillería, la mediocridad, el fraude, llevárselo, todo ese tinglado que monta cada tarde de toros el taurinismo. Le da igual que la fiesta haya tocado fondo. En el fangal se revuelca a sus anchas y eso es lo que le gusta.

Terminala feria

Esta tarde termina la feria de Bilbao, que puede ser un escándalo, pues el presidente de las corridas, José Amedo, ha ordenado enviar a análisis numerosas astas de toros sospechosos de haber sido manipulados. También ha sancionado a numerosos picadores y banderilleros.

El cartel de hoy está formado por Roberto Domínguez, Tomás Campuzano y Pepe Luis Vargas, quien sustituye a Ángel Teruel, el cual ha presentado parte facultatiovo por lesión. Los toros son de la ganadería portuguesa de Murteira Grave.