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RELIGIÓN

Ratzinger denuncia la confusión de la 'teología de la liberación' con la ética social

El prefecto para la Congregación para la Doctrina de la Fe, cardenal Joseph Ratzinger, reprocha a quienes sostienen la teología de la liberación de "falta de competencia", y les acusa de "elevar al nivel de la teología lo que debería ser ética o teoría social". El cardenal Ratzinger, que hizo estas declaraciones a la revista católica romana 30 giorni, presidirá en septiembre próximo la comisión ante la que comparecerá uno de los maestros de la citada corriente teológica, el franciscano brasileño Leonardo Boff, recientemente convocado a Roma por el Vaticano.

Para Joseph Ratzinger, lo que cabe reprochar a la pretendida teología de la liberación, "si es correcto utilizar este nombre, no es el hecho de que sus partidarios se comprometan en el plano social". El cardenal Ratzinger afirma que lo que él reprocha a esa llamada teología, o a un cierto tipo de ella, es "falta de competencia, porque se deduce del Evangelio y se eleva al nivel de teología lo que en realidad no debería ser más que una ética social o una teoría social, incluso si, naturalmente, coincide con los postulados fundamentales del Evangelio".

Los planos cristiano y social

Ratzinger, considerado como uno de los cerebros más eminentes de la Iglesia católica, razona de esta manera: "Yo no puedo deducir del Evangelio según san Marcos o de la Epístola a los gálatas lo que yo debería hacer en América del Sur. Es, sencillamente, una tontería. Se confunden dos. planos distintos, el plano cristiano y el de la ética social. Y no se puede hacer una mezcla de los dos. El fanatismo conduce entonces al desarrollo de una ideología que produce injusticias todavía más graves y, sobre todo, que abusa del elemento teológico".La teología de la liberación, que cuenta con numerosos partidarios entre el clero latinoamericano, especialmente en Brasil, así como en el de algunos países de África y Asia, tiende a incorporar a la doctrina católica ciertos análisis marxistas para combatir la pobreza y la explotación del hombre.

La reciente toma de posición de Juan Pablo II, al rechazar que la solidaridad con los pobres pueda ejercerse mediante "un análisis fundado en la lucha de clases" (veáse EL PAIS del 23 de agosto pasado), cobra actualidad ahora, cuando el presidente de la comisíón vaticana ante la que tendrá que comparecer Leonardo Boff, acaba de descalificar técnicamente los presupuestos de la llamada teología de la liberación.

Boff deberá presentarse el mes próximo ante la Congregación para la Doctrina de la Fe para explicar sus escritos en torno a esta modalidad teológica, sobre cuya ortodoxia la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil ha preferido, por el momento, no pronunciarse. El propio Vaticano, que mantiene buenas relaciones con el episcopado brasileño, no ha condenado la "opción preferente por los pobres", adoptada por la Iglesia de Brasil. De ahí la expectación que produjo la llamada de la Santa Sede a Leonardo Boff, máximo representante brasileño de la teología de la liberación.

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