La convención republicana se dispone a elegir por aclamación a Reagan y Bush como candidatos a la relección en noviembre
Los 2.235 delegados asistentes a la Convención Nacional Republicana, que se inauguró el pasado lunes en Dallas, se disponían a elegir anoche (madrugada de hoy en España), de forma clamorosa y prácticamente sin oposición, al actual presidente, Ronald Reagan, y al vicepresidente, George Bush, como candidatos a la reelección el próximo 6 de noviembre. Reagan, que ya se encuentra en la ciudad tejana junto a su esposa, Nancy, pronunciará esta noche (madrugada del viernes en España) su discurso de aceptación, televisado a todo el país, que cerrará prácticamente la multitudinaria reunión republicana.
En la sesión nocturna del pasado martes, la convención aprobó la plataforma electoral del partido, de carácter ultraconservador, que va más allá incluso de la política y objetivos del propio Reagan. Pero, como dijo Trent Lott, presidente de la comisión del programa, "refleja la voluntad de los delegados". El programa, con el que el equipo Reagan-Bush va a buscar los votos para vencer al tándem demócrata, Mondale-Ferraro, rechaza, por ejemplo, todo aumento de impuestos para reducir el gigantesco déficit presupuestario, está en contra del aborto y subraya la necesidad de que Estados Unidos sea "más fuerte que cualquier eventual adversario".La agencia oficial de noticias Nueva China expresó ayer la desaprobación del Gobierno de Pekín ante la plataforma republicana, por considerar que las posiciones que adopta sobre Hong Kong y Taiwan violan las bases de las relaciones chino-norteamericanas. El embajador en Washington, Zhang Wenjin, presentó con anterioridad una protesta formal por considerar la actitud de los republicanos como una interferencia en los asuntos internos chinos. El diplomático exigió la retirada de los puntos que dañan las relaciones bilaterales y que "hieren los sentimientos nacionales de todo el pueblo chino". Por otra parte, en la Unión Soviética, según informa la agencia Reuter, Yuri Kornilov, comentarista de la agencia oficial Tass, consideraba ayer la plataforma como "la prueba de que Reagan y quienes comparten sus puntos de vista... no prometen una reducción de los riesgos de guerra, ni mejores relaciones entre EE UU y la URSS, sino, por el contrario, un incremento de la tensión y la amenaza de guerra". Reagan, por su parte, en una entrevista a The Washington Post aseguró que lamentaba haber dicho, en broma, que había ordenado el bombardeo de la URSS, salida de tono que provocó fuertes ataques en los medios de comunicación soviéticos].
La crítica de Maureen Reagan
Si bien el programa republicano fue aprobado por aclamación y prácticamente sin oposición, contó con un crítico muy especial en la persona de la hija mayor de Ronald Reagan, Maureen, quien explicó que está de acuerdo con algunos puntos de la plataforma, pero que rechaza la negativa de los conservadores del partido a todo compromiso para conseguir una efectiva igualdad hombre-mujer. Maureen Reagan, que dijo hablar "en nombre de un gran número de delegadas", llegó a calificar de "hombres de Neardenthal" a algunos dirigentes del partido de su padre.
A pesar de los problemas, el camino se presenta despejado, incluso muy fácil, para el equipo Reagan-Bush, al que todas las encuestas dan como claros y destacados favoritos de cara a los comicios del 6 de noviembre. Juega en su favor, en lo económico, la publicación de los últimos indicadores, que reflejan un crecimiento del 7,6% del producto interior bruto (PIB) y una inflación del orden del 3,2% anual.
En lo político, el mejor regalo ha sido el descalabro que pueden suponer para Geraldine Ferraro sus olvidos fiscales y que ya han hecho que algunos dirigentes del partido de Ronald Reagan hayan pedido que la situación financiera de la candidata vicepresidencial demócrata sea examinada en el Congreso por si hubiese existido violación ética.
Los discursos de la convención siguen poniendo el énfasis en la mejora experimentada en el nivel de vida de los norteamericanos desde que Reagan accedió al poder y en los errores y debilidades de la última Administración demócrata, en la que Walter Mondale fue vicepiresidente. El ex presidente Gerald Ford consideró que los norteamericanos habían dicho "basta", en 1980, a los demócratas. Walter Mondale, dijo, no tiene nada que ofrecer hoy, "salvo temor". "Las promesas de Mondale para el futuro no son mejores que sus actuaciones en el pasado", dijo.
Los republicanos miran al futuro, pensando en 1988 más que en 1984. Los delegados escucharon, con interés y grandes ovaciones, el discurso del senador Bob Dole. "Nuestro partido no es perfecto", dijo, "pero nuestro objetivo es reemplazar la pobreza por la prosperidad y la incertidumbre nacional por objetivos nacionales".
Entre los principales adversarios que Dole encontrará en su posible aspiración presidencial figurarán el actual vicepresidente, George Bush, y el líder de la mayoría republicana en el Senado, Howard Baker, además del congresista conservador de Nueva York Jack Kemp, inspirador de las teorías del reaganismo de estimular la demanda económica con una reducción de impuestos.
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