España-Estados Unidos, relaciones sin problemas
La plataforma superconservadora de la actual Convención Nacional Republicana de Dallas cita a España tan sólo de pasada, valorando como "una victoria para la Administración Reagan y nuestros aliados europeos" la renovación de los tratados militares con España, Portugal, Grecia y Turquía. La diferencia respecto a hace cuatro años es muy sensible. En julio de 1980, el programa republicano, aprobado en Detroit, citaba expresamente varias proyecciones de futuro para las relaciones España-Estados Unidos, incluida la renovación de los acuerdos de defensa.En los tres anos y medio que lleva Ronald Reagan como presidente, España se ha incorporado a la Alianza Atlántica, ha firmado con Washington un nuevo convenio bilateral de defensa, amistad y cooperación; ha comprado a Estados Unidos material militar por valor de más de 300.000 millones de pesetas (coste de los 72 aviones de combate F- 18 A), y ha mantenido una actitud de crítica muy suave a las actuales políticas militaristas de la Administración Reagan en Centroamérica.
En cambio, España no ha logrado vender todavía ninguna partida de material militar para el Ejército estadounidense (el intento de venta de aviones Aviocar fracasó en beneficio de aparatos británicos) y continúa abierta la brecha del déficit comercial español hacia Estados Unidos, a pesar de las continuas promesas de intentar mejorar las cosas.
Ante tales coordenadas, es lógico que los redactores de la plataforma política de los republicanos no hayan tenido quejas del comportamiento bilateral España-Estados Unidos, tema que, por otra parte, discurre por los canales de la administración más que por los de una plataforma o programa de partido cuyo carácter es esencialmente ideológico.
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