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Asuntos Exteriores reconoce que sobre el capitán del 'lzarra' pesan dos acusaciones de contrabando de gasóleo

El Ministerio de Asuntos Exteriores reconoció a Juan Alberto Martín, vicepresidente del Gobierno autónomo canario, que el capitán del petrolero Izarra, José Luis Peciña, está acusado de dos delitos de contrabando de derivados del petróleo, por los que el fiscal militar de Kalabar (Nigeria) puede pedir la pena de muerte. No obstante, fuentes del Instituto Social de la Marina (ISM) afirmaron ayer que no existe una solicitud del fiscal nigeriano en tal sentido. La tripulación del Izarra, -de bandera panameña- compuesta por 27 marineros españoles y un francés, se encuentra detenida en el puerto militar de Kalabar desde el pasado día 19 de junio. La embajada de España en Nigeria, por su parte, señaló ayer que las autoridades de este país no han formulado ninguna acusación contra los miembros de la tripulación del Izarra.

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José Luis Fernández de Castillejo, embajador de España en Nigeria, dijo ayer que las investigaciones de las autoridades nigerianas en torno al barco apresado se centran en un supuesto delito de contrabando de derivados del petróleo. El embajador añadió que "hasta el jueves pasado no había acabado la investigación de las autoridades nigerianas, ni se había formulado ningún cargo contra los tripulantes del Izarra".El vicepresidente del Gobierno autónomo canario y presidente en funciones, Juan Alberto Martín, declaró ayer que al interesarse por la suerte del único tripulante isleño del Izarra, Nazario Hernández, se le informó en el Ministerio de Asuntos Exteriores que sobre los marineros no pesa ningún cargo, aunque el capitán del buque se encuentra acusado de dos delitos de contrabando. Tras el reciente endurecimiento de la legislación nigeriana sobre delitos de contrabando, el fiscal militar de Kalabar está autorizado a solicitar la pena de muerte para el capitán.

El armador

Según afirmaba ayer la agencia Efe, las autoridades nigerianas acusan también al armador del buque, José Maria López Tapia, de contrabando de crudo, y exigen su presencia en el país para responder de estos cargos.La tripulación del Izarra fue contratada a través de la Marítima Spain Africa Line, cuyo propietario y gerente es José María López Tapia, según informaron fuentes del Sindicato Libre de la Marina Mercante (SLMM). El barco pertenece a la naviera francesa Petromer, aunque se encontraba en proceso de venta al mismo López Tapia antes de la retención del petrolero, según informaron las mismas fuentes.

Al parecer, el Izarra fue detenido cuando pretendía alcanzar las aguas internacionales, tras cargar ilegalmente en Nigeria una partida de gasóleo, según precisó el SLMM. Poco después de tener conocimiento de estos hechos, la embajada española en, Nigeria pidió al armador del buque, José María López Tapia, una garantía bancaria para resolver económicamente la situación de desamparo de la tripulación del Izarra, según informaron fuentes diplomáticas.

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Según fuentes de familiares de tripulantes, se espera que el embajador español en Nigeria viaje a Madrid el sábado próximo para realizar consultas sobre el caso. Ayer, personal de la embajada se trasladó a Kalabar para entrar en contacto con los retenidos. El SLMM ha criticado la "escasa agilidad" desplegada por las autoridades españolas para liberar a los tripulantes.

José María López Tapia se vió implicado en marzo de 4980, en la quiebra de la naviera Letasa, y sobre él pesan varias denuncias judiciales por presuntos delitos monetarios. Fuentes del SLMM han señalado que López Tapia poseía a través de unos intermediarios negocios en la construcción y en el sector de hidrocarburos en Nigeria, antes del golpe de Estado del 30 de diciembre de 1983, en el que el general Mohamed Buhari derrocó al régimen civil del presidente Alhaji Shehu Shagari.

Fuentes petrolíteras canarias, citadas por Efe, aseguran que el total de gasóleo procedente de África que se vende ilegalmente en Las Palmas asciende a unas 30.000 toneladas anuales, con unos beneficios de cerca de 500 millones de pesetas. Según este despacho, el presunto contrabando entre Nigeria y Las Palmas fue cometido por tres buques del armador López Tapia, durante seis meses, desde noviembre de 1983 hasta abril de 1984. Segun las citadas fuentes, López Tapia utilizó para el transporte de gasóleo tres barcos: el petrolero Izarra, el buque Zabat I y el Willy, ex Zabat II. Éste último fue apresado en junio y conducido al puerto nigeriano de Port Harcout. Actualmente, se encuentra embargado en Cádiz.

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