La mayoría de las familias que piden limosna en Madrid ha profesionalizado la mendicidad, según los informes municipales
La mayoría de las familias que piden limosna en Madrid ha profesionalizado la mendicidad y se niega a recibir cualquier tipo de ayuda institucional para sus hijos, empleados como mendigos, según la información de que dispone el ayuntamiento después de tres meses de práctica del Plan de Prevención de la Marginación Infantil. A pesar de esta resistencia familiar a la erradicación de la mendicidad de los niños, hasta ahora el Consejo Superior, de Protección de Menores no ha quitado la patria potestad a los padres de ningún niño mendigo.
El Servicio de Atención al Menor Marginado, del Ayuntamiento de Madrid, ha localizado en esta ciudad unos 100 grupos familiares que practican la mendicidad, en los que se han contabilizado unos 200 niños dedicado a pedir limosna, según datos del Plan de Prevención de la Marginación Infantil, puesto en marcha por el ayuntamiento madrileño a principios del pasado mes de mayo. "Este plan ha permitido llegar a obtener una información fundamental de la que se carecía por completo", señala María Teresa Esnaola Suquía, jefa del gabinete técnico de la concejalía de Servicios Sociales.La mayoría de dichas familias ha profesionalizado la mendicidad, según se desprende de los trabajos de los equipos municipales en este campo. El 80% de aquéllas rechaza las ayudas institucionales previstas para erradicar la mendicidad infantil. Plazas escolares y de guarderías, becas de comedor, ayudas económicas ocasionales, así como prestaciones sanitarias especiales (se ha detectado una desnutrición general en la mayoría de los niños mendigos), son algunas de esas ayudas rechazadas.
60% de portugueses
La mayor parte de los grupos dedicados a la mendicidad en Madrid están formados por personas de nacionalidad portuguesa, instaladas en campamentos temporales en zonas urbanas periféricas. Los portugueses suponen el 60% de las unidades de mendicidad localizadas en la ciudad. "No les interesa conseguir una integración normalizada en la vida de nuestro país", precisa María Teresa Esnaola, que añade que "hemos iniciado gestione para que la embajada de Portugal en Madrid se interese: también por esta situación".Del 40% restante de los grupos mendicantes, el 60% son gitanos y el 40% payos. Sólo una minoría, el 10% del total de dichas familias, ha dado muestras de un decidido deseo de cambio de vida para sus hijos.
En la mayor parte de los casos en que la intervención del Tribunal Tutelar se ha hecho precisa, los padres de los niños han solicitado a este tribunas la devolución de sus hijos para su custo dia pocos días después de que los muchachos hubiesen sido in ternados en centros de la Administración pública, en base a indicios de abandono paterno. Di cho tribunal no ha retirado la pa tria potestad a los padres en ninguno caso.
Los informes municipales señalan que los mendigos adultos logran mayores ingresos econórnícos cuando están acompañados de niños. También se detectó un descenso cuantitativo de la presencia de estos niños en la calle durante las dos quincenas siguientes a la puesta en marcha del plan municipal, y su desvio a zonas cerradas, como el Metro, donde la Policía Municipal no tiene acceso.
Esta práctica se ha intensificado en la actualidad. Las autoridades municipales han solicitado a la Compañía Metropolitana que sus servicios de seguridad apoyen la vigilancia contra la mendicidad infantil.
Por otra parte los análisis sanitarios realizados no han demostrado en ningún caso el uso de drogas o de sedantes en los niños mendigos. Tampoco se ha podido demostrar la práctica de alquiler de niños para ser empleados en la mendicidad, aunque permanecen las sospechas municipales al respecto, en un 2% de los casos.
Un folleto explicativo
El Ayuntamiento de Madrid distribuirá en el mes de septiembre próximo un folleto sobre los derechos, del niño y sobre las normas de actuación que se le piden al ciudadano en relación con este problema social. "Hasta ahora sólo ha habido una pequéfla colaboración por parte de la población madrileña, en cuanto a señalar la presencia de estos ni¡íos mendigos", indica María Teresa Esnaola. "En cualquier, caso, esté plan no ha caído en el error cometido en un intento similar realizado por la anterior corporación. Aquel intento movilizó a la Policía Municipal para que recogiese a los niños mendigos, pero luego no se sabía qué hacer con ellos, porque se carecía de la estructura social adecuada".El plan actual cuenta, además de con los recursos municipales de Salud y Servicios Sociales, Educación y Policía Municipal, con los del Consejo Superior de Protección de Menores, Cáritas, Cruz Roja, Gobierno Civil y Comunidad Autónoma de Madrid. La actuación se coordina desde el Servicio de Atención al Menor Marginado, con domicilio social en la calle de Rafael Calvo, número 6, de Madrid, que ha sido creado específicamente para este cometido.
Tanto este servicio como la comisaría de policía del distrito de Chamberí recogen las denuncias que los ciudadanos deseen presentar en relación con la mendicidad infantil.
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