Recuerdo de García Birlán

En la sección Necrológicas daban ustedes la noticia de la muerte del compañero y amigo Antonio García Birlán, a cuyo resumen biográfico le faltan algunos detalles, para mí, de importancia.Antonio García Birlán fue nombrado conseller de la Generalitat para el Departamento de Sanidad el 26 de septiembre de 1936, y, junto con él, los compañeros Fábregas, para Economía, y J. J. Doménech, para Abastos; García Birlán, por la FAI, y los dos restantes, por la CNT. Estos tres compañeros entraron a formar parte del Gobierno de la Generalitat para resolver la crisis provocada por la tentativa de Joan Casanovas de crear un Gobierno de marcada tendencia esquerrista y comunista, con exclusión de otras fuerzas que, más que nadie, habían aplastado el levantamiento fascista de Barcelona del 19 de julio de aquel año. La mencionada crisis fue resuelta el 26 de septiembre constituyéndose un Gobierno a base de los señores Joan Comorera (Servicios Públicos), Valdés (Trabajo), los dos del PSUC; Calvet (Agricultura), por los Rabassaires; Andreu Nin (Justicia), por el POUM; Aiguader (Seguridad), por ERC; Ventura Gassol (Cultura), ERC; Tarradellas (Hacienda), por ERC, y un tal Closas, de Acció Catalana Republicana, éste sin cartera, cerrando la composición de aquel Gobierno -si mi memoria no falla- el coronel Sandino, que se hizo cargo del Departamento de Defensa.

El compañero García Birlán colaboró, antes de crearse la revista Estudios, en otra denominada Generación Consciente, que se editaba en Alcoy, más tarde refundida a la primera. García Birlán, ya en el exilio, trabajó como corrector de textos en la editorial del célebre diccionario enciclopédico francés Larousse. Nuestro compañero Dionisios fue uno de los más esclarecidos militantes del movimiento libertario de antes de la guerra civil, a la par que un excelente educador de la clase obrera de aquellos años.

Es ya hora de que toda la ingente labor pedagógica de los García Birlán, Valeriano Orobón Fernández, Isaac Puente, Higinio Noja Ruiz, Ricardo Mella, Eleuterio Quintanilla, sea puesta al día para regalo espiritual de aquellos que quieran asentar su generosidad en las enseñanzas de esos compañeros y centenares que no podemos citar.-