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Los separatistas y la extrema derecha avanzan en las elecciones de la Asamblea regional de Córcega de ayer

ENVIADO ESPECIAL, La confirmación de la extrema derecha y la emergencia electoral del otro extremo del abanico político corso, de los separatistas, son las dos notas scobresalientes; de las elecciones regionales celebradas ayer en Córcega, come) consecuencia de la disolución de la Asamblea regional, que fue elegida, por primera vez en 1982 y que se reveló incapaz de formar una mayoría gobernante; los resultados de ayer tampoco evidencian una coalición mayoritaria coherente. Los autonomistas del doctor Edmond Simeoni pierden terreno estrepitosamente.

Las modificaciones de la derecha y de la izquierda nacionales, más o menos divididas, respecto al escrutinio de hace dos años no son importantes. La participación de los corsos en estos comicios se sitúa alrededor del 65% y es inferior respecto a 1982 en un 3%, aproximadamente.Los resultados aún no se conocían con precisión a primera hora de la madrugada de hoy, lunes; la orientación política de las urnas es posible que no difiera ya de manera sustancial en ningún sentido, aunque se mantenían las incógnitas por lo que respecta a los separatistas del FLNC y de los autonomistas, de los que aún no podía asegurarse con toda certeza que obtuvieran el 5% mínimo necesario para formar parte de la Asamblea; en efecto, en esta ocasión la regla proporcional se ha aplicado parcialmente, ya que a cada una de las 10 listas que compiten le es necesario alcanzar la cota mínima de ese 5% de electores.

Un anticipo

En las dos grandes ciudades de la Isla de la Belleza, es decir, en Bastia y, Ajaccio, el recuento de los votos se concluyó ya anoche. Estas dos urbes, de unos 50.000 habitantes cada una, representan cerca de la mitad de los habitantes de la isla y, por ello, su voto ofrece ya un anticipo más o menos aproximado de lo que será el rostro definitivo de la nueva Asamblea corsa; por añadidura, Ajaccio, la ciudad imperial de Napoleón, es el epicentro del conservadurismo, de igual manera que Bastia, en el norte de la isla, lo es del progresismo, sobre todo de los nacionalistas, autonomistas o partidarios de la independencia.Por todo ello, el escrutinio precitado de las dos urbes ya ofrece un posible rostro de lo que sería la próxima Asamblea de Córcega. De entrada hay que adelantar que es posible también que al final del recuento de los votos la nueva Asamblea Nacional se encuentre sin una mayoría coherente, capaz de administrar la isla.

Los dos elementos más característicos de la elección, como se había previsto, los representan la consagración de la extrema derecha, que ya participó aquí en las recientes elecciones europeas, y la aparición en el terreno electoral del Frente Nacional de Liberación de Córcega (FLNC), el movimiento clandestino separatista, disuelto por el Gobierno socialista, que ya se apuntó más de 250 atentados en lo que va del año 1984 (contra los bienes y no contra las personas); por primera vez ha acudido a una consulta nacional.

Tres diputados

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Naturalmente, el hecho se ha producido por medio de un doble legal, que es el Movimiento Corso por la Autodeterminación (MCA), una fuerza política que semejaría a Herri Batasuna respecto a ETA Militar. Anoche, cuando ya se conocía más del .25% de los resultados, el MCA, o si se prefiere el FLNC, contaba con el 5% del electorado, lo que les daría derecho a tres diputados como mínimo en la Asamblea de 61 miembros.Por su parte, el FN, de Jean Marie le Pen, que tanto ha dado que hablar en Francia desde que, hace varios meses, ganó varias elecciones parciales, y sobre todo desde que en los recientes comicios europeos obtuvo el 11% (tanto como el partido comunista), ahora, en Córcega, parece confirmarse como una fuerza política con la que los franceses tendrán que contar.

Según los demás resultados, la derecha nacional (neogaullista-giscardiana-centrista) se presentaba unida y obtenía el 25% del electorado. La izquierda, dividida, no llegaba a esas cotas. Los autonomistas de Simeoni bajarían, como ya se suponía, del 11% que alcanzaron en 1982 al 6% aproximadamente en esta ocasión; otra lista nacionalista no ha llegado ni al 1%.

A la vista de esta primera imagen posible de la futura Asamblea corsa, que debe formarse el próximo día 24 de agosto, ninguna mayoría parece perfilarse; serán las alianzas posteriores las que ofrecerán, quizá, una posibilidad de autoadministración a la isla.

Los partidos de la derecha nacional por sí solos no reunirán posiblemente la mayoría necesaria de 31 diputados para gobernar en la Asamblea y, una vez más, como en el continente, se enfrentarán con el caso que representa el partido de extrema derecha FN.

Por su parte, la izquierda tampoco conseguirá una mayoría y tendría que negociar con los autonomistas, o incluso con los representantes del separatismo, si es que, tanto los unos como los otros, mantienen el 5% mínimo que ayer les ofrecía el primer recuento global de los resultados.

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