_
_
_
_

ETApm colocó la bomba que estalló en el palacio de Justicia de Amberes

ETA Político-Militar asumió ayer, mediante llamada telefónica a una emisora de San Sebastián, su responsabilidad en la colocación de un explosivo que destruyó parcialmente el palacio de Justicia de Amberes (Bélgica). ETApm ya había amenazado con tomar represalias a raíz de la concesión por parte de las autoridades belgas de las extradiciones de los etarras Gaizka Ormaza y Joseba Artetxe.Es ésta la primera ocasión en los 25 años de historia de ETA que una de sus ramas reivindica una acción de este tipo realizada fuera de las fronteras españolas. ETA, que en varias fases de su historia durante el franquismo ha mantenido parte de su infraestructura exterior en Bélgica, se ha cuidado siempre, incluso en las más delicadas circunstancias, de evitar actuaciones directamente dirigidas contra la Administración de los países que habían dado acogida a sus militantes.

En su comunicado de reivindicación ETApm advierte sobre el "carácter excepcional de esta acción, motivada por el gravísimo precedente que sienta la actitud del Gobierno belga". ETApm precisa que la acción no se dirige "contra el pueblo belga, que ha expresado su oposición a la decisión de las autoridades, sino contra el Gobierno de dicho país".

A raíz del reciente endurecimiento de la actitud francesa respecto a los exiliados vascos residentes en su territorio, se especuló en diversos medios informativos con la posibilidad de que ETA estuviera preparando un repliegue hacia Bélgica, donde se instalaría el grueso de su dirección.

En esa hipótesis, el deseo de disuadir de tal intención a ETA ha sido una de las razones de la Administración belga para conceder las extradiciones solicitadas por las autoridades españolas, desoyendo diversas presiones en sentido contrario, incluyendo las del PNV, a través del senador Joseba Azkarraga.

Las medidas especiales de seguridad ante las delegaciones oficiales de Bélgica en España -adoptadas a raíz de la detención de Ormaza y Artetxe en octubre pasado, y que se interrumpieron a comienzos de año- fueron de nuevo puestas en práctica tras la concesión de las extradiciones.

Este último domingo, a media mañana, horas después del atentado de Amberes, alguna anomalía en el sistema de comunicaciones hizo que los vecinos del barrio bilbaíno en que se encuentra el consulado belga, pudieran escuchar nítidamente las consignas que, a través del receptor del vehículo, sus mandos dirigían a la dotación de una furgoneta de la Policía Nacional estacionada ante dichas oficinas. Se les recomendó extremar las medidas de seguridad y, en particular, "no permitir la entrada" -se supone que al consulado- "a toda persona que no se identifique convenientemente".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_