Bilbao superó la barrera del 150%.

La capacidad que están demostrando los mercados de valores para absorber el papel que en estas dos últimas sesiones está saliendo en algunos corros viene a confirmar el buen momento por el que atraviesan y ratifica la existencia de un fondo muy firme, que promete cosas mejores para los próximos días.Tal y como se esperaba, los valores eléctricos recibieron en los primeros momentos algunas órdenes de venta que fueron rápidamente anuladas, y en muchos casos se remontaron posiciones con bastante rapidez. Los asistentes, los pocos que quedan, pudieron comprobar que las actuales cotizaciones no les pesan en absoluto a los valores eléctricos, y que algunos de ellos parecen dispuestos a seguir avanzando. Unión Fenosa, Fecsa e Hidrola se mostraron como las más combativas, las dos primeras por resultar beneficiadas por las compensaciones, y la última, porque se espera de ella alguna reacción que la haga salir del aparente anonimato en que se encuentra en estos momentos. En los parqués se ha comenzado a barajar la posibilidad de que algunas de estas compañías efectúen próximamente una ampliación de capital. Se considera como seguro que lo hará Iberduero, y ahora se espera que Hidrola dé algún síntoma de querer hacer lo propio. Por lo que respecta ala segunda fila, a pesar de los recortes sufridos, las expectativas se mantienen y la inversión a corto continúa muy pendiente de estos valores.

En cuanto a las instituciones bancarias, ayer tocaba empezar a recuperar los dividendos pagados en la sesión anterior. Banesto y Popular se pusieron a ello con tanto empeño que su caja particular doblaba a la del resto de los componentes del club de los siete. Casi 40.000 títulos de demanda, sin contrapartida vendedora, sumaban estos dos valores, una vez casadas las operaciones, y el resultado fue una mejora de cinco enteros para Banesto y de siete para el Popular. Del resto de los valores de este grupo destacó el Vizcaya, que parece dispuesto a mantener las distancias con sus compañeros.

Hasta aquí todo funciona bien en los mercados, pero los sectores industriales continúan sin encontrar la manera de unirse a los grupos principales. Ayer se pudo apreciar un tímido intento por parte de siderúrgicas y constructoras, que no pudo contar con el apoyo de gran número de valores, por lo que, una vez más, son los casos aislados los que mantienen el interés de los inversores en estos grupos del mercado.

El Aguila proporcionó un buen susto a sus seguidores, al quebrar su carrera particular y perder cinco enteros en el mercado madrileño. El papel no fue excesivo, por lo que hay que pensar que provenía de la inversión a corto menos arriesgada. Tampoco sucedió nada con la otra compañía cervecera, por lo que este corro, que en los últimos tiempos ha sido de lo más animados, se tomó un descanso bien merecido.

Poco más hay que señalar de esta sesión, no siendo los datos estadísticos. El mercado bilbaíno logró pasar la barrera del 150%, con lo que ya son dos los que se encuentran en esas cotas, a las que también se acerca Barcelona, mientras que la Bolsa de Madrid, más conservadora, se contenta con un beneficio, para los primeros siete meses del año, de un 35%, 15 puntos por encima del conseguido en las mismas fechas el año anterior.