Las alegrías de un martes que no cayó en día 13
El comportamiento del mercado en las últimas jornadas de julio ha sorprendido a tirios y troyanos con una espectacular subida, que ha roto todas las previsiones, incluso las de aquellos que habitualmente son precavidos. Cuando las tesis en boga, y claramente optimistas, hablaban de que el 134% se conseguiría hacia la Virgen de agosto, resulta que el día que se abren las puertas al ferragosto se descuelga con el 135,27%.De esta forma, el vapuleado mercado bursátil se encuentra en estos momentos con su índice a 10 1,44% sobre la base establecida en 1970, es decir, que se ha conseguido remontar el nivel de hace 14 años. Una hazaña que parecía imposible después del descalabro de principios de la pasada década. Ver para creer.
La influencia de los primeros borradores sobre los Presupuestos del Estado para el próximo ejercicio no ha sido ajena a esta subida generalizada, especialmente en lo que se refiere al mayor protagonismo de la inversión privada en la lucha contra el paro, que en principio puede verse favorecida por el incremento del 7,5% en la financiación al sector privado para finales de 1986. Esa apuesta del Ejecutivo a favor de las empresas ha servido de aliciente para muchos valores industriales que estaban bastante olvidados de los dioses. Al mismo tiempo, la continuada escalada del dólar supone nuevos incentivos para aquellas sociedades exportadoras que encuentran una mejor situación en sus mercados exteriores, al tiempo que pueden conseguir mejores resultados por la vía del nivel de cambios.
Tampoco se puede olvidar la positiva repercusión que vive el mercado desde el pasado lunes, gracias a las noticias aparecidas sobre el futuro tratamiento fiscal a la renta variable, más en línea con la filosofía inversora de otros países europeos. Algo que determinados sectores han calificado de contrarreforma fiscal pero que, indudable y presumiblemente, ha sentado muy bien a los habituales de la bolsa.
Pero existe por encima de todo una fuerte confianza de los inversores en la capacidad del mercado por continuar con una actitud alcista, basada principalmente en los valores eléctricos (ayer conquistaron una ganancia sectorial de 6,93 puntos), que se han beneficado del acuerdo alcanzado entre las compañías y el Ministerio de Industria en el que a primera vista parecía espinoso problema de las compensaciones por venta de energía. Al final, como era natural, por otro lado, las chispas no llegaron al río y todo se solucionó con luz y sin taquígrafos.
En fin, como es palpable, la situación económica general ofrece una serie de caramelos muy apropiados para incentivar la inversión en renta variable, aunque muchas veces este tipo de operaciones se mueve más por la especulación a corto plazo que sopesando las tendencias a medio o largo plazo.
Por ello no sería sorprendente que las realizaciones de beneficios hicieran su aparición antes de lo pensado, aunque la resistencia de la bolsa parece poder aguantar esto y mucho más. No hay que olvidar, de todas formas, que en el mes de agosto muchos inversores prefieren ocuparse más de las playas que de las cotizaciones de los valores nor lo aue el mercado reeistra habitualmente menos capacidad de reacción.
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