La buena estrella

A veces, los esquemas planteados funcionan, y todo encaja sin traumatismos ni sobresaltos. Se construyen buenas canciones, siempre, compuestas de manera evolutiva, como añadiendo datos. Se revisten de una sólida orquestación no excesivamente brillante, pero sí personal y reconocible. Se apoya uno en la propia personalidad característica fundamental que nos hace distinguir a un artista de otro. Y así se completa el paquete artístico. Ahora falta que la industria discográfica, siempre paradójicamente sorda ante los nuevos sonidos que pueblan las ciudades, complete la obra con los medios necesarios para un buen disco.Todo lo arriba reseñado ha funcionado a la perfección en el caso de Radio Futura, como quedó demostrado el pasado viernes. Santiago, Luis, Solrac y Quique realizaron una sobria actuación sobre el bello escenario del Cuartel del Conde Duque, que registraba aforo completo de seguidores del grupo, conocedores de todo el repertorio y confirmadores de la buena acogida de su segundo elepé.

Bien el repertorio clásico del grupo, con especial mención para Rompeolas, Zombie y La ley, tal vez por ser la parte más eléctrica, y bien asimismo los nuevos temas, muestra del desarrollo evolutivo del grupo: La casa del amor, Duda y Al otro lado.

En cuanto al dominio escénico, las tablas ya se van haciendo notar, y son interesantes los pequeños apuntes coreográficos que la banda ha añadido a su espectáculo. Y por poner alguna pega, tal vez fuera mejor economizar el uso de efectos en las guitarras, ya que hace que algunos temas pierdan cuerpo.