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ANDALUCÍA

Felipe González inauguró el desdoblamiento de Despeñaperros y despertó el entusiasmo popular en Santa Elena

El presidente del gobierno, Felipe González, inauguró poco después del mediodía de ayer la variante de Despeñaperros en la carretera nacional IV Madrid-Cádiz, entre Venta de Cárdenas (Ciudad Real) y Santa Elena (Jaén). Esta ha sido la primera visita oficial, aunque sólo por espacio de dos horas, que realizaba como presidente del gobierno a cualquier punto de España, según sus propias palabras. La visita se efectuó tan rápida como protocolariamente, sin duda por la inminente entrevista que debía mantener en la tarde de ayer con el secretario general de CC OO, Marcelino Camacho. Pese a ello, el entusiasmo popular se desbordó tras la ceremonia.

Felipe González llegó a Santa Elena a las 12.05, en helicóptero, y tres minutos más tarde partió hacia Despeñaperros en automóvil. Escuchó el himno nacional, saludó a las autoridades civiles y militares y siguó atentamente las explicaciones de Julián Campo, ministro de Obras Públicas, sobre las características de la nueva carretera, que resuelve definitivamente el paso de Despeñaperros, conexión principal de Andalucía con Castilla. Estuvieron también presentes en el acto el delegado del gobierno en Andalucía, Leocadio Marín, y el presidente de la comunidad autónoma, José Rodríguez de la Borbolla.

La nueva variante

Tras cortar la cinta que inaguraba la variente, Felipe González mantuvo un breve contacto con los informadores y regresó a Santa Elena, en donde se le ofreció un rapidísimo refrigerio. Fue en ese momento cuando unas 50 personas rompieron el servicio de seguridad y se avalanzaron sobre el Presidente, que fue besado, abrazado y estrujado, "como en los mejores tiempos, cuando era jefe de la oposición", según dijo un vecino de esa localidad.La nacional IV de Madrid a Cadiz, entre los puntos kilométros 242,500 a 259,400 presentaba un trazado deficiente, puesto que cruza dos cadenas montañosas separadas por el valle de Despeñaperros. En los extremos de este tramo se encuentran las travesías de Venta de Cárdenas y Santa Elena, cada una de las cuales tiene una longitud de unos 1.300 metros.

Los ingenieros por otro lado, descartaron la primitiva idea de asignar la carretera antigua para una dirección y la nueva para la opuesta. En su lugar se eligió es esquema de Cruz de San Andrés que permite el uso de la carretera actual hacia Andalucía y de la nueva hacia Madrid.

En total, se han efectuado voladuras de 200.000 metros cúbicos de roca, en alturas de hasta 35 metros sobre la traza de la carretera. Un problema importante presente en la fase de excavación fue la proximidad de la línea férrea Madrid-Córdoba, a pesar de lo cual el tráfico a penas sufrió interrupciones. Los pasos sobre el ferrocarril y sobre el río que atraviesa la sierra se han salvado mediante la construcción de puentes y de dos túneles con una longitud de 140 y 500 metros, con diez metros de ancho en calzada y acera y 4,75 de altura.

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