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La Guardia Civil sospecha que la maestra supuestamente torturada se autolesionó y es autora de los ataques a otros compañeros

La Guardia Civil confirmó ayer que, como principal hipótesis para el esclarecimiento de la extraña persecución, que desde hace unas semanas sufren los maestros de Ítrabo, estudia la de un posible caso de doble personalidad de una de las maestras del pueblo. Mari Carmen Ruiz Sánchez, la mayor perjudicada hasta ahora en los hechos, parece ser víctima de su propia esquizofrenia. Mientras el caso se aclara, el pueblo está revuelto, algunos vecinos se hacen imputaciones recíprocas, el alcalde se queja de ser perseguido por motivos políticos, y una asamblea celebrada la noche del pasado martes en la plaza del pueblo para estudiar el problema acabó a golpes.

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Mari Carmen, en el centro de todos los hechos

ENVIADO ESPECIALLa pesadilla que vive este pueblo, de unos 1.500 habitantes, perdido en la serranía del Chaparral, cerca de las ciudades turísticas de Salobreña y Motril, empezó hace algunos meses, cuando apareció en la puerta de la escuela un siniestro anónimo: "Moriréis todos los maestros, hagáis lo que hagáis. GAM". Desde entonces se sucedieron las llamadas de amenaza a algunos de los nueve maestros del pueblo, de los cuales sólo seis viven en Ítrabo, mientras que los otros tres tienen su casa en Motril; adonde van y vienen.

Nada parecía grave hasta el pasado día 14, sábado, cuando la casa de uno de los maestros, Juan Antonio Plaza, sufrió un ataque con un líquido corrosivo y, al tiempo, su hijo Alejandro, de 10 años, fue internado con síntomas de envenenamiento. Hasta ese momento, nadie había dado importancia a las amenazas, y ni siquiera el incendio de una cortina, en casa de Juan Antonio Plaza, ocurrido días antes, había sido relacionado con aquéllas.

Pero lo del día 14 preocupó seriamente. Alguien entró en una de las casas del grupo escolar -ocho viviendas adosadas- en el que viven los maestros. La que fue invadida por el agresor no está ocupada habitualmente, pues está adjudicada a una maestra, naturaI del pueblo, qué normalmente vive con sus padres. Desde allí, el agresor practicó un orificio en la parte alta y por él vertió en el salón de la casa contigua, ocupada por Juan Antonio Plaza, un líquido corrosivo, que después trató de prender arrojando alguna cerilla. Ese mismo día, Alejandro, de 10 años, hijo del citado maestro, tuvo que ser trasladado a Motril, y desde allí, a Granada, donde estuvo en cuidados intensivos. Se descubrió que alguien le había hecho ingerir, disuelto en coca-cola, un fuerte hipnótico, de nombre Dormotrol. Entonces se relacionan los síntomas sufridos por el pequeño Alejandro con los de Mari Trini, sobrina de la maestra Mari Carmen Ruiz, en cuya casa bebió un vaso de leche. Por fortuna para ella, Mari Trini sólo bebió parte del vaso, pero sufrió los mismos efectos y necesitó también de cuidados médicos.

A partir de ahí, Ítrabo se revuelve. Dos casos de envenenamiento a niños y un intento de incendio son lo bastante para alterar sustancialmente la rutina de este pacífico pueblo. En una asamblea celebrada el domingo 15, el alcalde, Manuel Fernández Olvera, maestro él mismo y también director del grupo escolar, ofrece una recompensa de 50.000 pesetas a quien descubra al perseguidor o perseguidores de la clase docente.

Los nervios corren por el pueblo. Acuden periodistas, primero de Granada y luego de más lejos. El alcalde parece asustado, y llega a declarar en El Defensor de Granada que sospecha de tres personas: un ex concejal de Gobernación al que él mismo echó del ayuntamiento, un aspirante frustrado a un puesto de policía municipal y un ultra. Afirma que todo se debe a un ataque contra él, que se trata de persecuciones para que dimita y que por eso atacan a la clase profesional a la que él pertenece. Los tres aludidos (esas señas, en un pueblo tan pequeño son inequívocas) se querellan por injurias.

El gran estallido llega el pasado domingo, cuando Mari Carmen sufre una agresión cuyo relato pone el vello de punta por su vesania. Alguien la llama y le dice que ha depositado un paquete para ella en su otra casa, la del complejo escolar. Sube y no encuentra el paquete, pero decide hacer limpieza y regar las macetas. Entonces aparecen dos hombres jóvenes, encapuchados ambos, uno con pantalón vaquero y camisa de mangas cortas, el otro con pantalón azul de tergal y camisa similar a la de su compañero. Según el relato de la maestra, le pusieron una navaja en el cuello, la obligaron a elevar el tono de la radio para que no se oyeran los ruidos del interior de la casa, la amordazaron con una sábana pequeña, de la cuna de su hija menor, y le ataron las manos con una toalla. Luego le desnudaron el pecho y le quemaron ambos pezones con cigarrillos. Después le prendieron el pelo y la obligaron a mirarse así en el espejo: "Mira qué guapa estás con el pelo ardiendo". Después, la tiraron escaleras abajo, dentro de la misma casa, y la llevaron a la cocina, donde le desligaron las manos y la obligaron a calentar aceite. Finalmente, le hicieron meter las dos manos en aceite hirviendo. En ese momento, y siempre según su propio relato, se desmayó. En total, la tortura duraría unos 20 minutos. Cuando se recuperó, salió a la calle gritando, fue atendida por los vecinos y trasladada al médico.

Nervios

El ataque a Mari Carmen terminó de desatar los nervios. Cobra cuerpo la tesis, recogida por algunos periódicos granadinos, de que se trata de una maniobra política. El alcalde mismo ha dejado caer esta posibilidad en sus declaraciones. Se recuerdan viejas historias pendientes del pueblo, resacas de la guerra civil que quedan en la España rural. Se dice que a Antonio Ruiz, un hombre que hace unos ocho años presumía de comunista, le dieron dos encapuchados una paliza, de resultas de la cual aún sigue inválido. Se recuerda también que al antiguo alcalde franquista del pueblo, Pedro Cifuentes, le amenazaron con darle otra paliza si no era capaz de conseguir que la reforma democrática llegara a Ítrabo.Los vecinos hablan en voz baja entre ellos, e incluso piensan que todo puede venir de Molvízar, el pueblo vecino, punto obligado de paso para conectar con Motril, con la "civilización", porque en Ítrabo nace y muere la carretera, y Molvízar se interpone entre este pueblo y el resto del mundo. Algunos dicen, siempre en voz baja, que las luchas por la capitalidad de la comarca con Molvízar pueden ser la causa.

Para más complicar las cosas, en Motril se han celebrado estos días las Jornadas Internacionales de Aprendizaje Libertario, varios de cuyos asistentes acuden el martes por la noche a una asamblea a celebrar en la plaza de Itrabo. Allí se desatan todas las tensiones. Hay acusaciones a la derecha, se dice que sólo los ultras son capaces de acciones como las que ha sufrido Mari Carmen, corre la versión de que la Guardia Civil actúa con pasividad. Hay bronca y se cruzan golpes. En la mañana del miércoles, día de Santiago, un silencio espeso cubre el pueblo, sobre el que caen los cuarenta y tantos grados de este durísimo verano andaluz. Parece que todo el mundo sospecha de todo el mundo. No está ninguno de los maestros. No está el alcalde. Nadie quiere hablar. Los padres de Mari Carmen reciben a los periodistas y se lamentan de la desgracia de su hija, que los tiene desconcertados. Mari Carmen tampoco está en casa.

Mientras, y a pesar de las acusaciones de pasividad, la Guardia Civil de Motril trabaja en el caso, reforzada por un equipo de especialistas enviado desde Granada. La tesis política apenas se maneja, porque los dos maestros atacados no se distinguen en absoluto por una concepción excesivamente ácrata de la enseñanza.

Detención

La hipótesis de que se trata de un loco, resentido contra la clase docente por antiguos fracasos escolares, cae ante el hecho de que en las agresiones aparecen varias personas: dos encapuchados que torturan a Mari Carmen, una mujer que llama por teléfono... Son, cuando menos, tres personas, tres locos. Demasiados locos de acuerdo en una acción tan compleja y descabellada.La cadena SER informó a las 20.10 horas de ayer, que la maestra de Ítrabo, Mari Carmen Ruiz, había sido detenida. Sin embargo, la oficina de Prensa del Gobierno Civil de Granada no confirmó dicha detención a este periódico y señaló que la maestra estaba siendo interrogada a esa hora.

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