Suavidad y lirismo en la danza de Rudolf Nureyev

El bailarín soviético Rudolf Nureyev actuó el pasado martes en el escenario del Casino Castillo de Perelada (Gerona) con el Ballet Théàtre Frangais de Nancy. En el repertorio del espectáculo, que se repite hoy en el mismo marco, figuran cuatro temas de danza de los que Nureyev interpretó dos. La intervención del bailarín, de 46 años de edad, nacionalizado británico, se desarrolló en un ambiente de expectación.Dos temas integraron el programa interpretado por Nureyev, que recubrió de misterio la primera de estas piezas, Apollon Musagete, con música de Stravinsky y coreografía de Balanchine. Acompañado de varios elementos, símbolos de diferentes artes (un arpa, un pergamino y una mascara), el bailarín hizo gala de su bagaje artístico en una actuación que desprendía suavidad y lirismo. El segundo y último tema aportó una nueva faceta de la técnica y laboriosidad que caracterizan a Nureyev. Con música de Maliler y coreografía de Maurice Béjart, Nureyev bailó Chants d'un compagnon errant con una gran soltura y agilidad en las que combinaba con precisión los movimientos más lentos y minuciosos con los más rápidos y rígidos.

Los otros dos temas del repertorio que ofrecieron miembros de la compañía constituyeron un panorama variado de la danza. La pieza que abrió el espectáculo, Les quatre temperaments, estuvo representada por más de una docena de bailarines que demostraron las posibilidades de creación en la danza individual y colectiva. Un juego de dos parejas sincronizadas interpretaron la música de Paul Hindemith y la coreografia de Balanchine. Symphonie en D fue el tema que concluyó el programa. Humor, gracia, y diversión son las características de este tema, que logró arrancar tímidamente la carcajada del público. Un público que llenó las 2.000 butacas contiguas al escenario y que aplaudió, especialmente a Nureyev.