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España obtendrá un desarme lineal de siete años para el sector industrial, según fuentes comunitarias

Andrés Ortega

La CEE acabará ofreciendo a España un desarme arancelario lineal -es decir por tramos iguales- a lo largo de siete años tras la adhesión en el sector industrial, manifestaron ayer fuentes comunitarias cualificadas. Ésta, sin embago, no fue aún la oferta que se hizo a España en el curso de la reunión trilateral de carácter técnico con la Comisión Europea y la presidencia irlandesa que tuvo ayer lugar en Bruselas para preparar la sesión de negociación del 23 de julio.El secretario de Estado para las relaciones con la CEE, Manuel Marín, presidió una delegación española compuesta por ocho directores generales. Hoy considerará los avances o los acuerdos estadísticos que se hubieran registrado a nivel técnico.

La sesión, según Marín, estuvo dedicada principalmente a desbrozar posiciones arancelarias en el tema industrial. Asimismo se pasó revista sobre precios y otras estadísticas en el terreno agrícola a los cereales, el azúcar, carne, leche y lácteos, productos sensibles todos para España que se quieren proteger de la competencia comunitaria. Marín habló de las "dificultades lógicas en estos dossiers muy técnicos y los recelos habituales en este tipo de ejercicio".

Dudas en el capítulo agrícola

Aún no está claro si España estará dispuesta el 23 de julio a entrar en una negociación sobre el capítulo agrícola, mientras la CEE no haya presentado su oferta en vino y aceite de oliva, temas que por su parte los ministros de Agricultura de los diez abordaron ayer en Bruselas. En el sector vinícola, ante la acumulación de excendentes, la Comunidad Europea hará unas propuestas formales para la reforma de este sector en toda la CEE en septiembre. Este es el mandato que salió de la cumbre europea de Fontainebleau. "Es difícil poder llegar a concreciones en agricultura el 24 de julio salvo en cuestiones generalizadoras, aunque hay que esperar a ver qué sale hoy de estas reuniones", manifestó Marín.

En el sector industrial la última postura de la CEE a la que España no ha contestado aún ofrecía un desarme arancelario en seis años, equivalente a un desmantelamiento del 55% de la producción española en los veinticuatro primeros meses tras la adhesión. La CEE aceptaría los siete años y la progresión lineal siempre que se resolviera la cuestión de los aranceles más elevados que actualmente aplica España a la importación de vehículos, electrodomésticos y otros productos que la Comunidad considera sensibles.

Por otra parte, los poderosos sindicatos agrícolas de la CEE, el COPA y el COGEGA, en una carta dirigida a la presidencia irlandesa se muestran especialmente duros en el capítulo pesquero español, pidiendo que tras la adhesión, España conserve en aguas comunitarias su bajo nivel actual de pesca.

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