El joven al que se trasplantó el corazón en Pamplona superó la primera fase de rechazo
Francisco Mateos Domínguez, de 16 años, al que le fue trasplantado el corazón en la madrugada del viernes en la Clínica Universitaria de Pamplona, se encuentra en una excelente situación y, según los médicos que le atienden, evoluciona muy satisfactoriamente. El enfermo está en todo momento consciente y su post-operatorio es normal. Ha superado el riesgo quirúrgico inmediato así como la primera fase de rechazo. El paciente presenta un buen estado de ánimo y ya ayer estuvo leyendo varios tebeos e ingirió alimentos semisólidos.
Por el momento no se han presentado complicaciones de ningún tipo, lo que hace que los doctores que le atienden se muestren optimistas. Varios médicos y enfermeras vigilan permanentemente las constantes vitales del paciente, así como su situación, en la Unidad de Cuidados Intensivos donde se encuentra internado, en una habitación completamente aislada. Todavía permanecerá en esta dependencia unas tres semanas y posteriormente será trasladado a una habitación normal de la clínica, donde se prevé que esté unos 15 días antes de trasladarlo a su lugar de origen, en Cádiz.Según el doctor Ramón Arcas, director del servicio de Cirugía Cardiovascular de la Clínica Universitaria, Francisco Mateos se encuentra en una situación clínicamente excelente. "Los estudios ecográficos que se le han realizado", declaró, "demuestran una función ventricular dentro de la normalidad y los análisis de rutina practicados, así como el estudio inmunológico y de rechazo agudo, son satisfactorios". Tras señalar que la colaboración del paciente es muy buena y que éste presenta "un magnífico estado de ánimo", Ramón Arcas añadió que una vez superado por el paciente el riesgo quirúrgico de las primeras 48 horas, "la esperanza de superviviencia la podemos situar en un 70%, siempre que supere la segunda fase de rechazo, que estamos esperando sobrevenga entre el octavo y décimo día de la operación".
Volver al trabajo
Francisco Mateos, que ingresó en la Clínica Universitaria el pasado día 5 de junio con miocardiopatía en fase terminal, de posible origen vírico, pidió en la mañana de ayer que le trajeran a la habitación en la que se encuentra varios tebeos de Tin-tin y Asterix, así como una radio y un televisor. Un pañuelo rojo, símbolo de las fiestas de San Fermín, está colocado sobre su cama. Todo ello fue previamente esterilizado.
En sus conversaciones con las personas que hasta el momento ha hablado, Francisco Mateos ha mostrado sus deseos por reincorporarse cuanto antes a su trabajo en un supermercado, lo que a juicio de los médicos que le atienden es muy positivo para su posterior recuperación.
El doctor Ramón Arcas, en una conferencia de prensa celebrada ayer en la Clínica Universitaria de Pamplona, a la que asistió parte del equipo médico que hizo el trasplante, señaló que se sabía con seguridad que el enfermo tenía su corazón absolutamente deteriorado, "con una función ventricular prácticamente incompatible con la vida. No había ningún futuro en unos meses". Los doctores Herreros, Ponz y Azanza, por su parte, explicaron que antes de realizar la intervención hubo que preparar al paciente para la operación, al objeto de impedir cualquier tipo de complicaciones posteriores. En este sentido, señalaron que hubo que extirparle unas muelas y tratarle de una bronquitis. Se le realizó además un estudio psicológico en profundidad, para conocer si era una persona psíquicamente estable.
Esta operación de trasplante, que duró algo más de tres horas y que es la tercera de las realizadas hasta ahora en España, fue posible gracias a la donación del corazón por los familiares de un ingeniero industrial fallecido el jueves en San Sebastián a consecuencia de un accidente laboral.
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