Un comité ético internacional vigilará la fertilizacion 'in vitro'
Equipos españoles empiezan a investigar en Barcelona la congelación de embriones
La rápida expansión de la técnica de fertilización in vitro -cerca de 600 niños han nacido con ella, según los datos aportados en el último Congreso Mundial sobre Fertilización in Vitro, celebrado en Helsinki a mediados de mayo- y las posibilidades que se abren con la congelación y donación de embriones ha puesto de manifiesto la necesidad de que una organización interdisciplinar se ocupe tanto de los aspectos meramente técnicos de esta técnica como de homologar a los distintos grupos. Esta organización, que aglutina a genetistas, biólogos y tocólogos, pretende garantizar unos mínimos requisitos de seriedad y, a la vez, controlar las implicaciones éticas que continuamente surgen en este campo.La congelación de embriones humanos ha sido unánimemente aceptada por los expertos, ya que no entraña ningún riesgo para el embrión y aumenta enormemente las posibilidades de éxito. En España, la Universidad Autónoma de Barcelona y el Instituto Dexeus están congelando embriones de animales, y muy probablemente en octubre inicien este programa con los humanos. La donación de óvulos y el trasplante de embriones ha levantado, en cambio, mayor polémica. Cuando se realizó por primera vez, sin éxito, en 1980, fue fuertemente criticada por Edwards, que ya entonces pidió unas firmes directrices éticas para evitar los posibles abusos y los tratamientos por debajo de los niveles científicos adecuados. Ante las críticas, el programa se suspendió temporalmente, pero ahora se ha puesto en marcha de nuevo, y en marzo nació el primer niño procedente de un óvulo donado.
Igualmente han sido muy criticadas las recientes declaración es del profesor Wood, jefe del departamento de Ginecología de la Universidad australiana de Monash, en Melbourne, donde nació la primera niña probeta a partir de un embrión previamente congelado, en las que afirmaba que está debatiendo con el comité ético el futuro de la selección genética, con lo que se podría producir un niño de características determinadas seleccionando el tipo de personalidad Wood apoya esta petición en el hecho de que algunos padres ya lo están solicitando cuando alguno de los cónyuges no está satisfecho de las características de su pareja.
Se llamara Victoria-Ana
Ninguna de estas exigencias se les ha planteado hasta ahora a los miembros del equipo que, dirigido por el doctor Barri, espera ansioso el nacimiento de la primera niña probeta española, a la que, casi como un símbolo, ya llaman Victoria. La niña se llamará también como la bióloga que ayudó a que la fertilización in vitro fuera un éxito, Ana Veiga. En total, junto a Ana Veiga y el doctor Barri, hay otras 15 personas que llevan dos años trabajando con esta técnica. A los 10 meses consiguieron el primer embarazo, pero éste no prosperó. En este momento son nueve los embarazos consolidados, dos de ellos gemelares, por lo que de aquí a fin de año se anuncian 11 niños probeta en España.El interés periodístico que el nacimiento de Victoria-Ana ha originado provoca un cierto recelo en el doctor Barri, recelo de que se frivolice lo que realmente representa la fertilización in vitro. "Una técnica difícil y sofisticada, que ofrece la posibilidad de resolver los casos más difíciles de esterilidad, pero que está muy lejos de las especulaciones de ciencia ficción sobre la posibilidad de crear seres excepcionales mediante la selección cuidadosa del óvulo y el esperma".
"El progreso científico tiene que estar motivado por una demanda social; si no, no tiene sentido. Hay que hacer ver que esta técnica es importante mientras tenga una finalidad asistencial. No interesa crear una raza de seres excepcionales. A la gente que tenga esta idea hay que apartarla de esta técnica. Contamos cada día con más y mejores métodos para ayudar a las parejas que desean tener hijos, pero una de las labores más importantes de nuestro equipo es la relación con la pareja. Tratamos desde el primer momento de explicarles todas las posibilidades reales y desdramatizar el tema; hacerles ver que, si se consigue el embarazo, éste es tan normal como cualquier otro. Que no es cierto eso de que los niños son más inteligentes; son niños absolutamente normales. Se han dado casos de niños que han muerto o que han nacido con alguna dificultad, pero en el mismo porcentaje que los engendrados de forma natural".
Desmitiricar el proceso
Es en este punto en el que e doctor Barri incide varias veces a lo largo de la entrevista: la relación con la pareja, el vínculo casi familiar que se establece y la necesidad de "hacerles tocar permanente mente el suelo, desmitificar el pro ceso, que vean desde el primer momento que puede que no se consiga el embarazo". Efectivamente sólo una de cada cuatro o cinco mujeres que se someten a la intervención queda embarazada. Sor muchos los factores que inciden es fundamental la perfecta coordinación de todos los miembros de equipo, que debe adaptarse al horario de ovulación de cada mujer.También depende del número de embriones que se implanten en el útero, siendo el número óptimo de tres. Cuando se transfiere un solo embrión, la probabilidad de embarazo es del 18%; con dos embriones aumenta a un 27%, y con tres, a un 33%. Cuando se implantan cuatro embriones, curiosamente, la tasa de embarazos baja y en caso de producirse, aumente el riesgo de que sea múltiple, con las lógicas complicaciones.
La fertilización in vitro no es la solución definitiva para todas las parejas que ansían tener un hijo Sí lo es para aquellas que la causa de su esterilidad se debe a una obstrucción de las trompas de la mujer, por la producción de un semen de baja calidad por parte de marido o en los casos de esterilidad prolongada sin causa aparente. De las múltiples parejas que se han dirigido al Instituto Dexeus para seguir este tratamiento, se han elegido, en primer lugar, a las de más edad, porque "el tiempo corre y la edad juega en contra de las mujeres".
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