Estados Unidos protesta ante la Unión Soviética por la detención de dos diplomáticos en Moscú
Estados Unidos protestó ayer oficialmente ante la Unión Soviética por la detención, el pasado jueves, durante dos horas, de dos diplomáticos norteamericanos en Moscú. John Pumell, segundo secretario de la sección política de la Embajada estadounidense en Moscú y George Glass, de la sección consular, fueron detenidos por la policía soviética poco después de hablar con una mujer en un lugar público. El incidente fue considerado por el presidente de EE UU, Ronald Reagan, como "innecesario y muy grosero".Los dos diplomáticos fueron retenidos durante dos horas y se les acusó de realizar actividades incompatibles con su cargo diplomático, términos que suelen emplearse para a cusar a un diplomático de espionaje.
"Hemos establecido que las actividades de Purnell y Glass no han sido incompatibles con su situación diplomática en el momento de su detención ni en ningún otro momento", declaró Anita Stocktrían, portavoz del Departamento de Estado.
Según fuentes informadas, los dos diplomáticos recibieron documentos de la mujer no identificada con la que hablababan, documentos que quizá estaban relacionados con el llamado Fondo Soljenitsin de ayuda a presos políticos en la URSS.
El presidente norteamericano, Ronald Reagan, que se encontraba ayer, en Daytona Beach (Florida), dijo que Estados Unidos había protestado oficialmente ante la URSS por la detención de los dos diplomáticos, que calificó de "serio disgusto" y algo "innecesario y muy grosero".
Este incidente y el hecho de que la URSS, contrariamente a la tradición, no permitiera al embajador norteamericano en Moscú, Arthur Hartmann, pronunciar una alocución televisada con motivo de la fiesta nacional de Estados Unidos, son nuevos indicios de la creciente tensión entre las dos superpotencias.
A ambos hechos ha venido a unirse la prohibición de retransmitir desde Moscú una entrevista concedida por el propio embajador a la cadena de televisión NBC, que ha debido enviar la cinta de vídeo a Londres, desde donde se remitió a Estados Unidos para ser emitida, con 12 horas de retraso, en el telediario de la noche del miércoles.
En la entrevista, Hartmann aseguraba que la prohibición de su alocución por parte de Moscú había sido provocada porque las autoridades soviéticas no quieren sacar por su televisión a un portavoz norteamericano en el momento en el que dicen que los portavoces norteamericanos no son gente muy razonable".
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