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UGT culpa al Gobierno, a la patronal y a CC OO, de que no hubiera acuerdo en 1984

El Gobierno, la patronal y CC OO -"que practicaron una maniobra de pinzas sobre UGT"- fueron los culpables de que no hubiera acuerdo interconfederal el pasado año, según el informe presentado por Nicolás Redondo, secretario general de la UGT, ante el Consejo Confederal de la central socialista. En el informe se subraya que será muy difícil lograr acuerdos en 1985 "porque existe la misma rigidez por parte del Gobierno en los incrementos salariales y se propone una pérdida de poder adquisitivo sin contrapartidas claras en materia de prestaciones sociales".

El informe presentado ayer por Nicolás Redondo ante el Consejo Confederal de UGT, máximo órgano entre congresos, hace recaer la culpa de la falta de acuerdo el pasado año sobre el Gobierno, la patronal y CC OO. Al primero se le acusa de haber asumido "comprometidas teorías sobre los deslizamientos salariales, que, honestamente, sostenemos que son inexactas", y de que "algunas declaraciones un tanto imprudentes de sus máximos responsables económicos vinieron a reforzar la postura nada negociadora de los empresarios".De la CEOE se dice en el informe que "intentó presionar indirectamente al Gobierno para obtener una modificación de la política económica en sentido favorable a los intereses que representa". Y a CC OO se le culpabiliza de haber llevado a cabo una política de movilizaciones que "le ha impedido realizar esfuerzos para que la negociación llegue a buen fin". "En síntesis", argumenta el documento, "creemos que hemos sido el centro de una maniobra de pinzas que los demás interlocutores, por distintas razones, practicaron".

Respecto al futuro de la concertación social, el informe se muestra pesimista sobre sus resultados. Y así, se advierte que, posiblemente, se solicite de los trabajadores un cierto recorte de la subida del sueldo, que UGT sólo aceptaría si se cumplen tres condiciones. La primera, que el sacrificio salarial " sirviera realmente de apoyo para la- creación de empleo". En este sentido se indica que "existen rentas, como dividendos y alquileres, que aportan poca solidaridad en estos momentos y de las que debería encauzarse una parte hacia inversiones generadoras de puestos de trabajo".

La misma rigidez

La segunda condición es que el recorte salarial fuera moderado y compensado por otras mejoras del salario social. Y como tercera condición, que se diera paralelamente una mayor presencia sindical en las empresas, "comenzando por el sector público", así como una mayor consolidación de las organizaciones obreras.El documento matiza, sin embargo, que, "con franqueza, diremos que no existen buenas perspectivas de que las negociaciones culminen con éxito, porque, por un lado existe la misma rigidez ya comentada en la postura del Gobierno sobre los incrementos salariales, y por otro, se nos propone una pérdida de poder adquisitivo para 1985 sin una contrapartida clara en materia de prestaciones sociales que garantice el salario global de los trabajadores".

Y se advierte que otro factor que jugará en contra de un posible acuerdo es la "postura inicial de desvincular la reforma de la normativa sobre pensiones del marco de las negociaciones". La UGT da por hecho y confirma la posibilidad de que el Gobierno no lleve a la mesa de concertación el paquete relativo a pensiones.

El propio Nicolás Redondo reconocía ayer que habían existido algunos contactos informales con responsables del Gobierno -"no reuniones secretas"- en las que se podían haber tratado aspectos relacionados con las próximas negociaciones. Todo hace prever que, una vez que se produzca la reunión del secretariado de CC OO el próximo miércoles, comenzarán las primeras reuniones entre las partes.

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