Miguel Narros aspira a hacer una labor pedagógica al frente del Teatro Español
Miguel Narros, recientemente nombrado director del Teatro Español en sustitución de José Luis Gómez, quiere hacer una labor básicamente pedagógica al frente de esta institución municipal. Sin el programa de la próxima temporada definido aún no se ha entrevistado con los concejales de Cultura- se consideraría satisfecho sí durante su gestión consiguiera crear una compañía estable y un laboratorio-escuela para el Teatro Español. Sus colaboradores inmediatos serán Ignacio Amestoy y Toko Pezonaga.
Narros, madrileño de 56 años, lleva 39 años dedicado a la profesión teatral ya que a los 14 años migresó en el teatro nacional María Guerrero, donde permaneció durante 10 años. Cuenta con una experiencia anterior en el teatro institucional, precisamente en el Español, durante la temporada de 1966. "Pero muy poco tiene que ver aquello con el momento actual ya que si bien ahora hay unas limitaciones económicas claras, antes la censura era una limitación asfixiante. Éste es un momento muy diferente que nada tiene que ver con aquellos años".Pese a que todavía no tiene decidido el programa de la temporada teatral -"tengo que reunirme con los concejales y ver cómo queda el programa que hizo José Luis Gómez"-, Narros tiene muy claros sus objetivos al frente del Español. "Se trata de un centro que es un servicio público cultural desde el que hay que hacer una labor pedagógica de difusión de las obras de los mejores autores".
Según esta idea, a Miguel Narros le gustaría abrir la temporada con Bodas de sangre, de Federico García Lorca, y le entusiasmaría que el 29 de diciembre se pudiera representar Yerma ya que ese día se cumplen 50 años de su estreno en el Español. Quisiera también representar alguna obra de Lope de Vega y asegura tener un gramn empeño en logar que se represente La Celestina, además de estrenar uno de los cuatro últimos premios Lope de Vega que aún no se han estrenado.
Sobre el programa realizado por José Luis Gómez, presentado hace tres días por éste a la Prensa, prefiere no decir nada por el momento. De Carta al padre, de Kafka, el plato fuerte de la temporada de Gómez, Narros tampoco puede opinar porque asegura que la única referencia que tiene es que José Luis Gómez hace una excelente interpretación.
Nuevos autores
Respecto a las críticas realiza das al teatro institucional durante el seminario de nuevos autores en el sentido de que los jóvenes autores carecen de ayuda, Narros no cree que el Español sea el marco teatral más adecuado para dar cabida a esta petición y recuerda que el ayuntamiento concede anualmente los premios Lope de Vega, que constituyen una oportunidad para los auto res más jóvenes. "Eso sí, estas obras deben estrenarse y no se deben producir los retrasos qu sufrimos actualmente, que tene mos cuatro obras a la espera de ser representadas. Creo que hay un sector de autores jóvenes ya consolidados que sí que deben estar presentes y que voy a inten tar que presten su creatividad al Español, como es el caso de Paco Nieva o Luis Riaza".¿Qué le queda a Narros por hacer después de 39 años en el teatro? "He hecho casi de todo", responde, "pero creo que me sigue quedando por hacer todo porque estoy lleno de ganas y entusiasmo por el teatro. En reafl dad me gustaría empezar ahora de cero, sin historial previo, aun que sin prescindir de la experiencia, que me ha enseñado a ver muchos errores".
Al hablar de la posibilidad de inventar nuevos reclamos para atraer la atención del público a los escenarios, Narros reconoce que es muy dificil, "porque esta mos en la época del vídeo y la gente ya se ha acostumbrado a otra cese de espectáculos. Pero desde el teatro institucional tenemos la misión de enseñar a la gente a ver teatro. Ahora ya no se puede ir como antes porque el espectáculo teatral ya no es una crónica de actualidad ni se puede asistir con la única intención de pasar dos horas divertidas. Yo pienso que hay que enseñar al público a disfrutar con los distintos autores".
No cree Narros que la representación de autores clásicos sea la causa de la desidia teatral del público, sino que insiste en que hay una formación errónea, la diferencia de lo que ocurre con el público que asiste a conciertos musicales, por poner un ejemplo. Al teatro son muchos los que vienen lo mismo a ver un Calderón que un Shakespeare, y ahí está el fallo porque son autores totalmente diferentes que exigen puestas en escena distintas".
En cuanto a la compañía estable, en la que también se empeñó el anterior director, Miguel Narros anuncia que hará lo posible por lograrlo porque supone una posibilidad única de crear una escuela con un carácter y un estilo propio muy definido. "Es un tema importante porque además resultará rentable y conseguiríamos salir de los círculos consumistas de las producciones teatrales".
"El proyecto del laboratorio-escuela es muy positivo para todos los actores porque los veteranos recogen la frescura de los más jóvenes y éstos la experiencia y trucos de los primeros. Al final se lograría una cantera de creación que beneficiaría mucho al teatro".
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